La repentina crisis del crudo podría no ser nada de qué preocuparse. O podría ser una señal de que la economía mundial está enferma.
El abrupto mercado bajista en los precios del petróleo puede haber sido provocado por una fuerte caída en la demanda de energía, la cual impulsa la economía.
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Los inversores se asustaron de manera similar por la más reciente venta masiva de petróleo, a fines de 2015 y principios de 2016. Esa caída a 26 dólares por barril hizo que algunos temieran una inminente recesión. Pero resultó ser una falsa alarma.
“Hay matices de esto que me recuerdan la última parte de 2015”, dijo el miércoles el presidente ejecutivo de Citigroup, Michael Corbat.
“La pregunta de hoy es: ¿pretende nuevamente el petróleo ser el canario en la mina de carbón respecto al crecimiento global más lento?”, dijo Corbat al hablar en el Economic Club of New York.
“Porque si miras las cifras de la oferta y la demanda, nada ha cambiado sustancialmente en la última semana o dos”.
Impacto en el suministro.
Los analistas están divididos sobre cuánto de la venta masiva de petróleo está siendo impulsada por simples preocupaciones de suministro en lugar de por una caída más alarmante de la demanda.
Está claro que los temores por el suministro merecen al menos parte de la culpa. Arabia Saudita y Estados Unidos están bombeando cantidades récord de petróleo. Se espera que la producción de Estados Unidos por sí sola aumente en 2.1 millones de barriles por día en 2018.
Todo eso dejó el mercado del petróleo rebosante cuando las sanciones de Estados Unidos a Irán tuvieron un impacto más moderado que el esperado. En lugar de llevar a cabo su amenaza de eliminar los envíos de petróleo iraní, el gobierno de Trump otorgó exenciones temporales a China, India y otros seis países.
Desaceleración del crecimiento global
Pero la demanda también está jugando un papel importante.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo el miércoles que aunque la demanda estadounidense de petróleo ha sido “muy robusta”, la demanda en Europa y en los países asiáticos desarrollados “sigue siendo relativamente débil”.
La AIE también advirtió sobre una “desaceleración” en la demanda en países en desarrollo como India, Brasil y Argentina, causada por los altos precios del petróleo, las monedas débiles y el deterioro de la actividad económica.
“Las perspectivas para la economía mundial se han deteriorado”, escribió la AIE.
De hecho, los datos publicados el miércoles muestran que las economías tanto de Alemania como de Japón se contrajeron en el tercer trimestre. Es la primera vez que Alemania, la potencia económica de Europa, se está contrayendo desde el tercer trimestre de 2015.
El mes pasado, el Fondo Monetario Internacional redujo sus estimaciones para el PIB de 2019 tanto para China como para Estados Unidos debido a la guerra comercial. El FMI espera que el crecimiento global se desacelere a 2.5% en 2019 desde 2.9% este año.
¿La demanda es la culpable?
Todo esto ayuda a explicar por qué Ziad Daoud, economista en jefe para Medio Oriente de Bloomberg Economics, estima que la menor demanda fue responsable del 85% del declive del crudo Brent desde su máximo del 3 de octubre. El resto fue causado por el impacto de la oferta.
“El menor precio del petróleo refleja la reducción de las expectativas para la demanda mundial de energía”, escribió Daoud en un informe el miércoles.
Pero la buena noticia es que Daoud no cree que el mercado petrolero sepa algo que el resto del mundo no. Se trata simplemente de ponerse al día.
“Estamos viendo el síntoma de un crecimiento global más lento del PIB, no de un nuevo impacto al mundo”, escribió.
Ed Yardeni, presidente de la consultora de inversiones Yardeni Research, está de acuerdo en que el petróleo crudo no parece ser un canario en la mina de carbón.
“No estoy particularmente preocupado”, dijo Yardeni. “No creo que el precio del petróleo me esté diciendo que tenemos un repentino debilitamiento en la economía global”.
Yardeni señaló que aunque las ganancias de S&P 500 y el gasto corporativo se vieron afectados por la caída del petróleo hace tres años, la expansión económica logró continuar.
“Fue una calamidad para cualquiera en el negocio de las materias primas, pero no para la economía global”, dijo Yardeni.
Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research, dijo que no se preocupará demasiado a menos que el crudo se derrumbe mucho más.
“Si llega a menos de 45 dólares, los mercados prestarán mucha más atención”, dijo Colas.
Buenas noticias para los conductores
Hasta ahora, la venta petrolera masiva afectará en ambos sentidos a Estados Unidos debido a que la nación es el mayor consumidor y productor de petróleo.
Recordemos que la caída del petróleo en 2014-2016 provocó decenas de bancarrotas y cientos de miles de despidos en la industria petrolera. Los principales estados productores de energía como Texas, Dakota del Norte y Oklahoma sufrieron, y los inversionistas petroleros se vieron muy afectados.
Sin embargo, los conductores estadounidenses darán la bienvenida a los precios más bajos en la bomba, especialmente antes de la temporada de compras navideñas. Después de subir a 3 dólares por galón, el precio promedio nacional de la gasolina ha bajado 22 centavos en el último mes a 2.68 dólares, de acuerdo con la AAA.
“Los consumidores en Estados Unidos están en buena forma”, dijo Yardeni, “y tener una caída en el precio de la gasolina es un gran regalo de Navidad para ellos”.
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