Los ministros de Defensa de Venezuela y Brasil sostuvieron este martes un sorpresivo encuentro en el que abordaron la migración masiva de venezolanos, que ha generado tensiones en la frontera binacional.
El general Vladimir Padrino recibió a su homólogo brasileño, Joaquim Silva, en la ciudad venezolana de Puerto Ordaz (sur), poniendo de lado el contrapunteo, a menudo agresivo, entre ambos gobiernos.
Aunque aclaró que no fue el corazón de la cita, Padrino dijo que trató con Silva “el asunto del movimiento migratorio” de venezolanos hacia el estado brasileño de Roraima (norte), debido a la grave crisis económica del país petrolero.
Caracas denuncia que ese éxodo ha generado brotes de xenofobia.
MINISTROS AL SUR
“Venezuela no es un país con vocación migratoria hacia Brasil. Su movimiento migratorio es por razones que tienen una causa: la guerra económica (…) para derrocar a un gobierno legítimo”, expresó el ministro venezolano junto a Silva.
Unos 30.000 venezolanos viven en Roraima, estado de 576.000 habitantes, según cifras oficiales brasileñas.
El Ejército de Brasil, junto a ONGs y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), mantienen una operación de acogida de inmigrantes, pero los albergues son insuficientes y muchos acampan en las calles de la ciudad de Boa Vista.
Además, en las últimas semanas estallaron hechos de violencia. El pasado jueves, un brasileño fue asesinado por un venezolano, quien luego fue linchado.
Fue “una reunión de trabajo y camaradería para tratar temas referentes a defensa (…) y elevar el nivel de relaciones entre nuestras fuerzas armadas”, destacó Silva -invitado por Padrino- en una declaración transmitida por la televisión gubernamental venezolana.
Su par venezolano le pidió facilitar la repatriación de sus conciudadanos, como parte de un programa del presidente Nicolás Maduro que ha llevado de vuelta a unos 4.000 migrantes de su país desde varias naciones de la región.
Padrino confirmó que 2.365 personas han retornado desde Roraima.
También reiteró que en Venezuela no hay una crisis humanitaria y que tal argumento se utiliza en organismos internacionales para “agredir” e “intervenir” el país.
AFP
