Cardenales de Lara ha encontrado en Ildemaro Vargas y Juniel Querecuto la pareja ideal para ser usados como primero y segundo en el orden ofensivo.
Vargas tiene la capacidad para ver envíos, contacto y velocidad de piernas, mientras que Querecuto es un hombre que puede poner la bola en juego con frecuencia y batear detrás del corredor.
Ambos fueron fundamentales en la producción del equipo con la mejor ofensiva de la eliminatoria, una fórmula que se ha repetido durante los tres primeros encuentros de la serie de playoffs contra las Águilas del Zulia.
Antes del partido de este sábado el combo Vargas-Querecuto ligaba de 30-13 (.433), con un porcentaje de embasado de .485 y cuatro anotadas.
«Cardenales es un equipo ofensivo. Lo ha sido desde el año pasado y Querecuto y Vargas son los que le ponen la dinamita en el campo de juego», destacó el inicialista Rangel Ravelo, durante una de las visitas de los crepusculares a la capital.
«Desde que llegó ‘Caripito’ cambió la tónica del equipo. Él es el que pone la chispa para que salgamos adelante».
Vargas terminó la temporada con una sobresaliente línea ofensiva de .349/.418/.484 y un OPS de .902, en 30 desafíos.
«No me gusta perder.
Lea también: Salvador Pérez apunta a Valencia
Trato de hacer las pequeñas cosas para obtener los triunfos y eso le agrada al resto de mis compañeros», apuntó Vargas, que hizo un ajuste importante en el plato, que le permitió contrarrestar la estrategia de los rivales de lanzarle adentro.
«Le dije que mantuviera su fluidez y el ritmo de su mecánica con los pitcheos adentro.
Para ser un buen bateador debes tener un buen ritmo que te ayude a tener una buena separación para poder cargar y conseguir la fluidez necesaria a la hora de conectar la bola. Ildemaro, pese a su experiencia en Triple A y ahora en Grandes Ligas, ha aceptado mis consejos».
Vargas le agradece a Langaigne su guía, que le ayudó por tercer año seguido a terminar sobre .300 con el uniforme de Cardenales.
elsiglo
elsiglocomve elsiglotv