Políticos se pelean por el poder pero se olvidan del pueblo

Omar Medina, candidato a la Alcaldía de Girardot con el apoyo de la tarjeta Aragua Unida, acudió al diario elsiglo con el propósito de exponer los proyectos que busca desarrollar de obtener el voto mayoritario en la jurisdicción capital aragüeña.

Omar Medina, candidato para la Alcaldía de Girardot, de visita en elsiglo
                               Omar Medina, candidato para la Alcaldía de Girardot, de visita en elsiglo

“Hay mucho trabajo que hacer en Girardot, tenemos el caso de la recuperación de los servicios públicos, electricidad, seguridad, vialidad, alumbrado y el tema más importante es el referido a la situación del muro del Lago Los Tacarigua”, dijo.
Al respecto, Medina aseguró que “ya no necesitamos construir más muros de contención, se tiene que hacer planes de contingencia pensando en el futuro. Las aguas del lago aumentan cada día, actualmente son 15 mil millones de litros que el actual muro lo contiene momentáneamente, pero para la fuerza del agua no hay barrera que lo detenga, no quiero hablar de desgracia, pero es tiempo de tomar las previsiones urgentes pensando en un futuro no muy lejano”, advirtió.
Al preguntarle cuál sería el primer proyecto en ejecutar, Medina dijo: “lo primero que haría es recuperar la vialidad en Choroní, Maracay, los barrios del sur, cambiar el sistema de drenaje, buscar soluciones inmediatas al problema de la escasez de alimentos solicitando el apoyo de la empresa privada, para eso tenemos que estimular la incorporación del mercado privado a través de una política fiscal y tributaria, para eliminar los intermediarios y las mafias, no podemos permitir que la revolución termine de acabar con lo poco que le queda a Venezuela”.
Sobre su objetivo de lograr la alcaldía maracayera, Medina está convencido de que logrará el apoyo tanto del chavismo como de la oposición; “tenemos muchos votos de los llamados chavistas radicales, especialmente en la zona Sur de Girardot, porque son gente que nacieron en revolución, pero se sienten abandonados, pero tienen la esperanza del renacer de una nueva política, liderada por los jóvenes”.
Destacó la importancia de que el próximo 10 de diciembre la gente salga a votar porque es un derecho y un deber ciudadano, lo que conllevará un cambio de autoridades que durante su ejercicio lamentablemente han politizado la gestión; “sino votamos, nosotros mismos no tenemos ni siquiera credibilidad”, añadió.
Comentó que incluso “hay personas que no votan porque dicen que el CNE se parcializa con el Gobierno nacional, es difícil que haya trampa, yo les pongo un ejemplo con lo que pasó durante la elección de los diputados de la Asamblea Nacional que fueron elegidos abrumadoramente y fue imposible hacer trampa electoral, es por eso que todos tenemos que salir a votar”.
El abanderado de Aragua Unida destacó su juventud como un factor favorable en su candidatura; “somos un grupo de jóvenes que venimos padeciendo los mismos problemas que el colectivo, nos cansamos de esperar que políticos tradicionales hagan algo por el pueblo, pero siempre caen en lo mismo, es decir, prometen y prometen, pero no cumplen y cada día estamos peor.

Estamos aplicando un proyecto de reconciliación para trabajar en equipo en la fuerte lucha contra la corrupción, la ineficiencia de la mayoría de los funcionarios públicos y los gobernantes que nos tiene en esta crisis”.

“Yo no quiero poder – aclaró Medina – mientras ellos se peleen por el poder, más allá de la unión de sus tarjetas y cúpulas, nosotros estamos llevando un mensaje de unión entre los venezolanos, que eliminemos las diferencias, que entendamos que todos tenemos que trabajar juntos para superar la crisis. Mis contrincantes no son los candidatos, sino la corrupción, la inseguridad, falta de servicios, funcionarios ociosos que solamente esperan la quincena o el último para cobrar”.
Al referirse finalmente a su campaña electoral, Omar Medina aseguró haber tenido gran receptividad, “muchos vecinos nos dijeron que están cansados de promesas de los políticos viejos, quieren un alcalde que camine diariamente por las calles inspeccionando obras, hablando con los vecinos y que no esté metido en una oficina rodeado de guardaespaldas, el alcalde es un gerente, lo que pasa es que hay muchos burgomaestres que se han embriagado con el poder”.
LUIS CHUNGA | elsiglo
foto | FAUSTINO PÉREZ