El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, comparecerá este miércoles en el Congreso para anunciar medidas anticorrupción y calmar a sus socios tras el escándalo que salpica a altos cargos socialistas.

El también líder del PSOE afronta una cita clave en el Congreso de los Diputados. En medio de una crisis por un caso de presunta corrupción que ha sacudido a las altas esferas de su partido, Sánchez intentará recomponer la confianza de sus socios parlamentarios y anunciar un paquete de medidas contra la corrupción.
Escándalo en el entorno cercano de Sánchez
La presión sobre el Ejecutivo aumentó la semana pasada tras el ingreso en prisión preventiva sin fianza de Santos Cerdán, exnúmero tres del PSOE y hasta hace poco uno de los colaboradores más cercanos al presidente. El juez le atribuye un papel central en una supuesta red de cobro de comisiones ilegales vinculadas a contratos de obra pública adjudicados a constructoras.
Según la resolución judicial, el caso también salpica al exministro socialista de Transportes, José Luis Ábalos, y a su antiguo asistente, Koldo García. Ambos estarían relacionados con las actividades investigadas, en una trama que apunta a prácticas sistemáticas de corrupción en el entorno político y empresarial.
Anuncio anticipado, presión aumentada
Pedro Sánchez ya había anunciado hace un mes su intención de comparecer en el Congreso, cuando se hizo público un informe policial que vinculaba a Cerdán con prácticas presuntamente delictivas. Sin embargo, el encarcelamiento de quien fuera su hombre de máxima confianza ha multiplicado la relevancia política del discurso que pronunciará ante los diputados.
Desde Moncloa se ha adelantado que el presidente presentará un paquete de medidas “contundentes” contra la corrupción, aunque sin detalles específicos por ahora. Según fuentes del Ejecutivo, se contempla el endurecimiento de las penas para delitos de corrupción y un marco normativo más estricto contra las empresas corruptoras.
Tensión con los socios de investidura
Uno de los principales retos de Sánchez será contener la desafección de sus aliados parlamentarios. Los grupos nacionalistas e independentistas catalanes y vascos, así como Sumar, su socio de coalición, han expresado incomodidad con la gestión de la crisis.
Desde Sumar, la formación liderada por Yolanda Díaz, las críticas han sido especialmente duras. El diputado Gerardo Pisarello advirtió este martes que la intervención del presidente podría convertirse en “la antesala de una cuestión de confianza”, lo que abriría la puerta a una votación parlamentaria con alto riesgo para la continuidad del Ejecutivo.
El Partido Popular, principal fuerza de la oposición, acudirá al debate con la intención de capitalizar el momento de debilidad del gobierno. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, acaba de revalidar su liderazgo interno en el congreso del partido celebrado el fin de semana y llegará al Congreso con un mensaje claro: adelanto electoral.
Miguel Tellado, secretario general del PP, adelantó que tras la comparecencia de Sánchez contactarán con otras fuerzas políticas para explorar posibles movimientos parlamentarios que puedan desestabilizar al Ejecutivo.
Segunda intervención por la tarde
Después del esperado anuncio anticorrupción por la mañana, Sánchez volverá a comparecer ante la Cámara por la tarde. En esta ocasión, para rendir cuentas sobre las últimas cumbres internacionales en las que ha participado, en un contexto en el que su política exterior ha quedado momentáneamente eclipsada por la crisis interna.
EFE
CJL