Los fabricantes de cama, muebles, mesas y otros artículos de madera en Magdaleno, siguen activos ofreciendo lo mejor de sus servicios. Sin embargo, las ventas de estos productos no ha salido como ellos desean, donde esperan que este 2025 puedan consolidar más ventas, para así mantener sus respectivos negocios.

En este contexto, Rodolfo Colmenares, quien vende estos artículos desde su hogar, aseguró que siguen «echándole pichón» para ellos mantenerse operativos, incluso, diversificando aún más sus métodos para vender los afamados muebles de madera.
«La gente ya no viene como antes a Magdaleno, pero ahora usamos las redes sociales para ofrecer nuestros productos», destacó.
Colmenares precisó que las camas matrimoniales las vende a partir de 190 dólares y las individuales en 140, precios atractivos que le deja un reducido margen de ganancia, pero que sirve para mantener su negocio activo.
«El comedor entre 200 a 320 dólares y las mesas en 70. Dios nos da la oportunidad de seguir avanzando. Estamos echándole pichón», recalcó.
Asimismo, Colmenares, quien tiene su establecimiento ubicado en la calle 23 de Enero, justo al lado de la iglesia que está frente a la plaza Bolívar de Magdaleno, destacó que hacen envíos a otras localidades y regiones del país.
«Lo entregamos en la puerta de la casa, ellos nos dan lo nuestro y nosotros le entregamos el pedido. Para que haya esa confianza con ellos. Algunos que son clientes viejos y ellos saben como es todo», destacó.
El vendedor también destacó que a pesar de que son bajas las ventas, los comerciantes dedicados a este rubro, tienen clientes fijos que los siguen ayudando a mantener sus servicios y negocios abiertos.
Por su parte, Celia González, quien tiene su establecimiento ubicado frente a la escuela Panaquire, mencionó que las ventas se han mantenido bajas durante este inicio del 2025, deseando que la época dorada de los madereros vuelva a esas tierras.
«Sí hay personas que vienen a visitar a Magdaleno. Generalmente a comprar muebles y visitar el pueblo. Pero vienen abismados porque tenían tiempo que no venían y ven como está todo por aquí tan triste», comentó.
La comerciante consideró que las ventas siguen malas, aunque lo poquito que logra vender es para ella y sus familiares, esperando que esta situación se revierta para este año.
«Muchas expectativas para este año, pero siempre manteniendo la fe en Dios», concluyó.
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LINO HIDALGO | elsiglo
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