Llegaron los peregrinos a Villa de Cura para honrar a la Virgen de Lourdes

Vestidos de blanco y con sus cruces a cuestas, llenos de fe y esperanza, los peregrinos volvieron a Villa de Cura, municipio Zamora, estado Aragua como cada año, para honrar a la Virgen de Lourdes.

Desde hace 121 años se lleva a cabo esta tradición en esta jurisdicción, considerada por muchos, el epicentro de la fe católica en el estado Aragua. Este 2025 tiene una connotación especial por ser un año jubilar, precisamente con el slogan «peregrinos de esperanza».

Desde Santa Rosa del Sur, estado Carabobo, hasta La Villa, en un recorrido de cuatro días de camino, los peregrinos se encontraron con los devotos de todo el país los esperaban para continuar con esta celebración, que inicia con un recorrido hasta «Las Ruinas del Calvario».

Posteriormente procedieron a caminar hasta la gruta ubicada a un costado de la iglesia San Luis Rey, con la imagen de la virgen de Lourdes, donde llevó a cabo al eucaristía, presidida por le monseñor Enrique Parravano.

Aunque para este momento, se desconocen las cifras oficiales, se calcula que aproximadamente 800 peregrinos llegaron al municipio Zamora, los cuales seguirán participando de actividades religiosas hasta este domingo, cuando se haga la clausura con la procesión del Santísimo Sacramento.

La eucaristía de este viernes estuvo presidida por monseñor Enrique Parravano, obispo de la Diócesis de Maracay

GUARDIA PATRIMONIAL

Para este recibimiento, hubo todo un despliegue de seguridad y prevención, con la Guardia Patrimonial, funcionarios policiales y de Protección Civil resguardando a los ciudadanos.

En este sentido, la brigadier mayor de la Guardia Patrimonial del municipio Zamora detalló que acompañaron a los peregrinos este viernes hasta que culminaron su recorrido en la plazoleta de la virgen, en las inmediaciones del asilo. Sin embargo, mencionó que continuarían sus labores durante todo el fin de semana.

«Contamos con el apoyo de la policía Municipal, la policía estadal y la nacional, Protección Civil. Un despliegue completo de seguridad ciudadana para todas las personas que nos están visitando», señaló la brigadier mayor.

Por su parte, el Segundo comandante de la Guardia Patrimonial, Andrés Zambrano, afirmó que siendo devoto de la virgen, considera un honor estar en esta actividad que desde el año 1904, llena de fe a Venezuela.

«Esto es un preámbulo a la semana mayor. Aquí viene gente de otros estados e incluso de otros países, creemos que vinieron este año mas de 700 personas», comentó Zambrano.

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Este viernes hubo un desborde de fe en Villa de Cura

PEREGRINOS DE ESPERANZA

Las historias de fe y de esperanza recorren las calles de Villa de Cura, especialmente entre los peregrinos, los cuales entre sus cantos y lágrimas en sus ojos, aseguraban que el Espíritu Santo lo ha tocado.

Marcos Arana, es parte de un grupo de 60 peregrinos que vinieron desde Güigüe, estado Carabobo y relató que esta es una tradición que ha pasado de generación en generación en su familia.

«Desde los 7 años me inicié en la peregrinación junto a mi madre, que hoy está en los cielos Tengo. Este es un legado que me dejó mi abuela Carmen Nemesia, que a su vez se lo había inculcado su madre. Cuando cumplí los 12 años me sentí lleno del Espíritu Santo, así que ya tengo 47 años haciendo esto», contó Arana.

Pero la historia no termina aquí, porque este devoto, ha inculcado esta tradición a sus hijos Moisés y Mauricio, quienes ahora también lo acompañan en esta demostración de fe.

«He visto a mis hijos crecer junto a mí, porque el legado que me dejó mi madre, que es la fe a la virgen de Lourdes es grande y nosotros damos fe de que lo que le pidas a la virgen, ella te lo concede, siempre y cuando tengas fe, la cual debe ser ciega y sólida como el viento, que se siente pero no se ve, porque así es Dios», precisó el peregrino.

Asimismo, detalló que en su familia han sido testigos de los milagros de la Virgen. «Yo sufrí un accidente hace 16 años, me fracturé siete costillas, tuve una lesión en el pulmón que me llevó al quirófano y Dios, a través de ella, me devolvió la vida», relató.

También mencionó favores concedidos a su hijo que estuvo en cama durante mucho tiempo por un problema en el sistema nervioso y luego de pedir con fe, volvió a caminar. Asimismo, su hija desafió a la muerte durante un parto complicado y salió ilesa, con su hijo sano. «Todas esas veces, rogué a la virgen y ella nos brindó su amor», aseguró.

A su lado, Ramón Villegas, también proveniente de la población de Güigüe, sigue un legado familiar. «Vengo desde que estaba en la barriga de mi mamá», expresó el hombre.

Sin embargo, su manera de expresar su fe es muy particular, ya que al dedicarse a la música, durante el jubileo pasado (año 2000), se inspiró en una peregrinación para escribir lo que hoy se considera como un himno a esta demostración de amor a la Viregen de Lourdes.
«Y quién nos viera, por tus calles peregrinando, con devoción a la gruta tan hermosa», cantaba el hombre al llegar a la plazoleta del asilo, donde culminó el recorrido del día viernes.

FE QUE MUEVE KILÓMETROS

Si bien muchos tuvieron que caminar kilómetros, otros aunque en autobús, recorrieron distancias extremas, como los peregrinos de Upata, estado Bolívar, que viajaron más de 12 horas para estar allí, como cada año.

Raúl Aguilar, relató que esta delegación tiene 23 años asistiendo y que en esta oportunidad fue un grupo de 27 personas que decidieron viajar, para renovar su fe por medio de María, siendo «peregrinos de esperanza».

«El lema que estamos utilizando este año es ‘una peregrinación alimentada por la fe’ y en esa actitud estaremos en todas las actividades hasta el día domingo que es la clausura. Celebramos que en este año jubilar, los peregrinos de Venezuela se encontraron en El Calvario y todas estas actividades son encuentros con nuestro Señor Jesucristo y una oportunidad que Él nos da para amarlo, abrazarlo, servirle y seguirle», dijo Aguilar.

Como su nombre lo deja en evidencia, Lourdes Vidao, villacurana, nieta de Marcos Vidao, uno de los fundadores de esta peregrinación, afirmó con su pequeño sobrino Matías en brazos, que su devoción a la virgen es algo que trasciende.

«Somos los encargados de embellecer la plazoleta de la virgen donde llegan y reposan los peregrinos, así como las calles de Villa de Cura. Esto es algo que ha pasado de generación en generación, asumimos esa responsabilidad por amor y devoción a la virgen, porque mi abuelo nos enseñó a amar y a seguir a María», finalizó la mujer.

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ZR