Bajo un cielo que pareció acariciar con luz divina los caminos del eje Este de Aragua, miles de fieles vivieron este Domingo de Ramos, con una devoción que trascendió lo religioso para convertirse en un abrazo comunitario.

Desde las primeras horas de la mañana, los municipios Ribas, Tovar, Revenga, Bolívar y Santos Michelena se transformaron en escenarios de fe, tradición y esperanza, marcando el inicio de una Semana Santa que promete ser un puente entre lo sagrado y lo cultural.
RIBAS, CINCO PARROQUIAS, UNA SOLA VOZ DE FE
En el municipio Ribas, la jornada comenzó al compás de campanas que resonaron como llamados celestiales. Las cinco parroquias de la entidad: Castor Nieves Ríos, Zuata, Guacamayas, Pao de Zárate y Juan Vicente Bolívar y Ponte, unieron fuerzas en una celebración sin precedentes.
Procesiones llenas de fe y amor católico recorrieron las calles adornadas con flores y cánticos, mientras las misas convocaron a familias enteras que con palmas en mano recordaron la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
«Hoy no somos parroquias separadas, sino una sola Iglesia caminando hacia la Pascua», expresó el padre José Miguel Vargas, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, mientras bendecía a niños y adultos que elevaban sus ramos con ojos llenos de emoción.
Para muchos, como María González, vecina de la comunidad de Sarayauta, este día simboliza renovar la promesa de ser mejores, de llevar a Cristo en el corazón más allá del templo.
EN TOVAR, PALMAS, MIL HISTORIAS DE FE COMPARTIDA
A 30 kilómetros de allí, el municipio Tovar se vistió de humildad y hospitalidad. En la iglesia San Martín de Tours, más de mil palmas benditas fueron entregadas no sólo a feligreses locales, sino también a turistas que llegaron desde Caracas, La Guaira, Valencia y hasta otros países.
«Recibir una palma aquí es sentir que Aragua te abraza», compartió Gabriela Méndez, una visitante de Guarenas, que decidió sumarse a la tradición.
El alcalde Darwin Cáceres, visiblemente emocionado, destacó la importancia de preservar estas raíces: «La Semana Santa es nuestra identidad. Por eso, junto a las actividades religiosas, tendremos talleres de arte sacro, presentaciones de teatro callejero y ferias gastronómicas con platos típicos».
El mandatario extendió una invitación cálida, «que estas jornadas sean para reconectar en familia, pero también para descubrir la belleza de nuestro pueblo».

UN DESPLIEGUE DE SERVICIO Y ALEGRÍA EN LA COLONIA
La combinación entre lo espiritual y lo lúdico no se hizo esperar. Desde la plaza Bolívar de Tovar, punto neurálgico de la Semana Mayor, los equipos de recreadores, coordinados por Yirvis Vásquez, director de Comunicación, ya activaron puntos de alto impacto con juegos tradicionales, música en vivo y rutas guiadas por sitios históricos.
«Queremos que los visitantes vivan una experiencia integral, que oren, pero también que rían, exploren y se lleven un pedacito de nuestra cultura», explicó Vásquez.
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Norelkis Silva, directora de Turismo, añadió que un equipo multidisciplinario, integrado por guías, voluntarios y personal de seguridad estarán desplegados hasta el 21 de abril para asistir a los turistas.
«Esperamos superar las 30.000 visitas. Cada rincón de Tovar está listo, desde las posadas rurales hasta las capillas coloniales», afirmó.
UN LLAMADO A VIVIR LA SEMANA SANTA CON EL ALMA
Mientras el sol se ocultaba, las palabras del alcalde Cáceres resonaban en las plazas. «Esta es una invitación a parar el tiempo, a reflexionar, pero también a compartir».
Entre palmas secándose al aire y risas de niños correteando, en el eje Este se demostró que la fe no es sólo un acto individual, sino una sinfonía colectiva donde cada voz, cada paso en procesión y cada mano extendida con una palma, construyen un legado que trasciende generaciones.
Este domingo, el Este aragüeño no sólo celebra el inicio de la Pasión de Cristo; celebra su capacidad de unirse, de abrir puertas y de mantener viva una llama, que como las palmas benditas se dobla pero no se rompe.
DANIEL MELLADO | elsiglo