Krismar Inojosa es la Novia de la Juventud 2025

A pocas horas de su triunfo como Novia de la Juventud 2025, la victoriana Krismar Inojosa Pernía, representante de la Unidad Educativa Privada «Libertador y Generalísimo Bolívar», sostuvo un encuentro con el equipo del diario elsiglo, para dar sus primeras impresiones tras un triunfo que puso de manifiesto su esencia como joven de esta localidad.

Krismar Inojosa es la Novia de la Juventud

Y es que, en el marco de los 60 años del magno evento de belleza victoriana, la pequeña Krismar fue elegida como la soberana de la belleza de esta parte del estado Aragua, un título que no solo celebra su belleza exterior, sino también con los valores, la dedicación y el espíritu de superación que la han acompañado desde su infancia.

La joven victoriana apuntala su camino en la moda

Con tan solo 16 años, Krismar se ha convertido en un símbolo de inspiración para su generación, demostrando que la juventud es una etapa llena de oportunidades, sueños y metas por alcanzar; «siempre y cuando tengan a Dios, como capitán de sus sueños», tal y como ella misma lo expresa.

LA ALEGRÍA DE UN SUEÑO CUMPLIDO

Sentada desde el sofá en la sala de su casa, la elegante Novia de la Juventud compartió con entusiasmo y llena de orgullo su experiencia al haber logrado materializar una meta por la que se esforzó, preparó y trabajó incansablemente, durante mucho tiempo.

«Estoy muy feliz y agradecida por este logro. Ha sido un camino lleno de esfuerzo, pero también de mucho aprendizaje. Es una meta lograda, no sólo para mí, sino para mi familia y el gran equipo que tengo tras de mí», destacó la estudiante de quinto año de educación media, quien desde pequeña ha demostrado una determinación admirable.

Krismar atribuye su éxito, no sólo en la Novia de la Juventud sino en su joven vida, a los valores inculcados en el seno familiar, los cuales considera su pilar fundamental.
«Mi familia siempre ha sido mi motor. Me han enseñado a ser perseverante, a no rendirme ante las dificultades y a creer en mí misma. Cuando me ven un poco baja de ánimos hacen lo posible por sacarme una sonrisa y decirme adelante, que sí puedes y estamos contigo», afirma con una sonrisa que refleja la gratitud y el amor que siente por quienes la han apoyado incondicionalmente.

EL INICIO DE UNA PASIÓN

Krismar ofreció declaraciones exclusivas a elsiglo

La historia de Krismar en el mundo de las pasarelas y los concursos de belleza comenzó a los 12 años, cuando participó en un plan vacacional de modelos. Fue en ese momento que descubrió su pasión por este tipo de expresión artística, bajo la premisa de que el buen manejo de la imagen va de la mano de los buenos propósitos, pues de esa forma se construye una mejor sociedad.

«Desde entonces supe que quería ser reina y prepararme con mucho compromiso, para más adelante. Ser Novia de la Juventud es una meta que muchas niñas tenemos y que todas podemos materializar, siempre y cuando trabajemos por ello y pongamos todo en manos de Dios. Me encantó la experiencia y decidí seguir adelante con ese sueño», relata la joven, quien desde entonces se ha forjado un camino lleno de perseverancia.

Su paso por la «Escuela Novia de la Juventud» fue, según sus propias palabras, «sumamente enriquecedor». Aunque reconoce que no todo fue fácil, Krismar supo convertir los momentos difíciles en oportunidades para crecer y fortalecerse. «Siempre hay altibajos, pero lo importante es aprender de cada experiencia y seguir adelante con una actitud positiva», comenta.

DIOS COMO GUÍA EN LA NOCHE MÁS IMPORTANTE

La noche de la gran final fue un momento inolvidable para esta beldad victoriana, quien tuvo a Dios presente en cada paso. «Antes de salir al escenario, lo único que dije fue ‘Diosito, ayúdame’, y salí a dar lo mejor de mí. Él ha sido mi guía en todo este proceso y sé que sin su ayuda no habría logrado esto», confiesa la joven, quien con su fe y determinación logró posicionarse como la nueva soberana de la belleza victoriana.

La elección de la Novia de la Juventud fue un show de altura

«Hubo un momento, cuando los nervios de verdad se estaban apoderando de mí y en medio del opening rápidamente recordé que Dios siempre tiene un plan para nosotros y dije: ‘Dios encárgate tú’. Si esto es para mí, que se haga tu voluntad, que yo lo respeto. Y desde allí me lo disfruté al máximo».

Su triunfo no solo marcó un hito en su vida personal, sino también en la historia de este certamen que celebra seis décadas de tradición y elegancia. «Fue una noche mágica, llena de emociones y momentos que nunca olvidaré, desde lo expresado por los profesores, el calor de mis compañeras, hasta la pancarta hermosa de mi familia y amigos en las gradas del estadio», recuerda Krismar, quien con su carisma y belleza cautivó al público y al jurado.

COMPROMISO SOCIAL Y PLANES A FUTURO

Más allá del título, Krismar Inojosa tiene claro que su rol como Novia de la Juventud va más allá de la belleza; y todo lo que el conlleva. «Quiero ser una Novia de la Juventud comprometida con mi municipio. Mi objetivo es contribuir a la sociedad, especialmente a los más pequeños y a los adultos mayores, a través de labores sociales», explica la joven, quien sigue el ejemplo de su familia en cuanto a solidaridad y servicio a los demás.

Inojosa, con sus piernas entrecruzadas y con una postura firme, explica que estas ganas de querer ejecutar este tipo de acciones vienen como parte de lo aprendido con sus afectos, durante todo lo vivido, hasta ahora.

«Con mi abuelo, siempre tuvimos la costumbre de dar un poco a los que lo necesitaban, es una tradición familiar que realizamos los días del Divino Niño, donde les damos cotillones y pequeños obsequios a los niños, para así brindarles un poco de alegría. De allí parte mi iniciativa, la cual hemos ido impulsando en familia, cada vez más, llegando hasta hospitales y varias zonas de la ciudad como el año pasado. Entonces es eso, dar un poco de nosotros y con ello enseñar a que todos podemos hacerlo y sentirnos bien de ayudar».

Además de su compromiso social, Krismar tiene planes ambiciosos para su futuro. Desde pequeña, ha sentido una vocación por la Comunicación Social, y ahora está más decidida que nunca a convertir esa pasión en su profesión.

«Quiero graduarme como licenciada en Comunicación Social. Es algo que llevo en mi mente desde que tengo uso de razón y que he ido fortaleciendo con el tiempo», afirmó la joven, quien ya ha tenido la oportunidad de animar eventos y participar activamente en su comunidad.

Junto a sus orgullosos padres

UN EJEMPLO PARA LA JUVENTUD

Krismar Inojosa es, sin duda, un ejemplo de como la juventud puede ser una etapa llena de oportunidades y crecimiento. Su historia es un testimonio de que, con esfuerzo, perseverancia y valores sólidos, es posible alcanzar los sueños más grandes.

«Quiero que otros jóvenes sepan que no hay límites para lo que pueden lograr. Lo importante es creer en uno mismo y nunca rendirse», concluye la Novia de la Juventud 2025, quien con su sonrisa y determinación sigue inspirando a todos a su alrededor.

En sus manos, el título de Novia de la Juventud no es solo un reconocimiento a su belleza, sino una plataforma para seguir construyendo un legado de valores, compromiso y amor por su comunidad. Visto así, Krismar Inojosa es, sin duda, una joven que está escribiendo una historia que trascenderá más allá de su reinado.

«Seamos luz del mundo, siendo nosotros mismos y transmitiendo nuestra esencia podemos encender una luz hermosa en las personas. No se detengan, pues el futuro sólo depende de nosotros mismos, siempre que lo pongas en manos de Dios», puntualizó la hermosa Krismar Inojosa.

UNA FAMILIA QUE EXPLOTA DE ORGULLO

En la noche de la elección

Tras el emocionante triunfo, sus padres, Merlyn Pernía y Mauricio Inojosa, compartieron su alegría al ver a su hija cumplir un sueño que, aseguran, también es de ellos. «¡Quién no quiere ver a su hija convertida en reina!».

«Estamos más que orgullosos de Krismar. Verla alcanzar esta meta nos llena de felicidad, porque sabemos cuánto esfuerzo, dedicación y sacrificio puso para lograrlo», expresó emocionado el padre de la joven, quien destacó que, desde pequeña, Krismar demostró una determinación y disciplina admirables. «Ella siempre ha sido una chica con metas claras y una fuerza increíble. Sabíamos que, tarde o temprano, lograría lo que se propusiera y con ella lo vimos materializarse», añadió.

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La madre, la señora Merlyn, por su parte, no pudo contener las lágrimas al recordar el camino recorrido. «Este logro no es solo suyo sino de toda la familia. Krismar es el reflejo de los valores que siempre hemos tratado de inculcarle: perseverancia, humildad y fe en Dios. Verla como soberana de la belleza victoriana es un sueño hecho realidad para ella y para nosotros», comentó.

La reina victoriana al ofrecer declaraciones a la prensa

Los padres de Krismar aseguraron que este es solo el comienzo de una etapa llena de oportunidades y reiteraron su apoyo incondicional en todos los proyectos que emprenda; «estamos aquí para apoyarla en todo lo que necesite. Sabemos que este título no es solo un reconocimiento a su belleza, sino una responsabilidad con la comunidad, y confiamos en que Krismar sabrá llevar este rol con la misma dedicación y amor que ha demostrado hasta ahora», afirmó su madre.

El amor y la unión familiar han sido pilares fundamentales en la vida de Krismar, y sus padres no dudaron en reiterar ese apoyo inquebrantable en cada paso que dé. «La queremos con todo nuestro corazón y siempre estaremos a su lado, celebrando sus triunfos y acompañándola en los momentos difíciles. Para nosotros, ella es un ejemplo de superación y dedicación», expresaron emocionados.

Finalmente, los padres de Krismar enviaron un mensaje a todos los jóvenes que, como su hija, luchan por alcanzar sus sueños. «Queremos decirles que no se rindan, que luchen por lo que desean con pasión y determinación. Y siempre tengan a Dios de su lado. Krismar es la prueba de que, con esfuerzo y el apoyo de la familia, todo es posible», concluyeron.

DANIEL MELLADO | elsiglo

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