Bajo una dinámica económica que exige reinventarse día a día, las frutas continúan posicionándose como una alternativa nutritiva y accesible para las familias del municipio José Félix Ribas, en el estado Aragua.

Así lo aseguraron diversos vendedores de expendios populares ubicados en La Victoria, quienes destacaron que la venta de estos productos ha experimentado un notable repunte durante el primer semestre del año 2025, especialmente por su valor nutricional y su precio competitivo frente a otras opciones alimenticias.

Eliana Sánchez, vendedora con cinco años ofreciendo frutas en un improvisado, pero concurrido punto de venta, ubicado en la calle Rivas Dávila del casco central de la ciudad, explicó que la preferencia por las frutas ha crecido de manera significativa en los últimos meses.
«Viene la familia en general a comprar todo tipo de frutas, sin embargo, para los niños, los abuelitos y las personas fitness, es que más las buscan. De verdad nos alegra, porque hasta hace algunos años se había perdido la costumbre de comprar frutas; y eso que son muy importantes», comentó.
Para la comerciante, este cambio en el comportamiento de consumo responde, no sólo al deseo de mantener una alimentación saludable, sino también a la necesidad de buscar alternativas ante los elevados costos de las proteínas cárnicas y otros productos procesados.
En su criterio, las frutas ofrecen una solución práctica, sabrosa y rica en nutrientes, lo que las convierte en un complemento ideal para la dieta diaria de los hogares.
Las más buscadas
Entre las frutas con mayor demanda se encuentran la guayaba, el cambur, la mandarina, la naranja y la piña, todas reconocidas por su alto contenido en vitaminas esenciales. También se ha reportado un crecimiento en la compra de tomate de árbol y fresas, frutos que, aunque no son tradicionales en todas las mesas, han ganado espacio por su sabor y versatilidad.
Sánchez explicó que, en medio de la temporada de lluvias, productos como la mandarina y la naranja se convierten en los más solicitados por su aporte de vitamina C, clave para fortalecer el sistema inmunológico.
«Y más que todo ahorita que con las lluvias está dando catarro, llevan mucho las que contienen vitamina C, por eso las mandarinas y naranjas las tenemos en 110 bolívares el kilogramo y la piña que es la favorita actualmente 3 por 100 bolívares, todo ajustándonos a la realidad de las familias», detalló.
Pese a los desafíos que imponen los factores climáticos, los comerciantes han logrado mantener una distribución constante y variada. «La fruta siempre se vende, en invierno o en verano. Si no llega una, llega otra. Gracias a eso nos mantenemos en movimiento, y la gente lo agradece», añadió Sánchez.
Accesibilidad como clave
Una de las razones por las que las frutas siguen siendo una opción prioritaria para las familias radica en su bajo costo en comparación con otros alimentos. Mientras los productos cárnicos o embutidos presentan precios elevados y limitan su compra a porciones mínimas, las frutas permiten una compra generosa por un monto mucho menor.
A esto se suma la posibilidad de consumirlas en cualquier momento del día: en el desayuno, como merienda, en jugos naturales o como postres improvisados. «Hay quienes vienen con mil bolívares y se llevan surtido para tres o cuatro días. Eso no pasa con otras cosas. Aquí se cuida el bolsillo, pero también la salud», mencionó la comerciantes.
Los propios consumidores, además, destacan que los niños se han familiarizado nuevamente con el sabor natural de las frutas, incluso prefiriéndolas sobre «snacks» o golosinas ultraprocesadas. Algunas madres, por ejemplo, afirman que han optado por enviar frutas en las loncheras escolares, tanto por su valor nutricional como por su facilidad de preparación.
Estabilidad en precios y expectativas positivas
Aunque las condiciones climáticas pueden afectar la disponibilidad o calidad de ciertos productos, los comerciantes afirman que han logrado sortear los obstáculos, manteniendo precios estables y una oferta variada.
«Lo que queremos es seguir trabajando, traer buena mercancía y que no se pierda esta buena costumbre. Comer frutas no es lujo, es necesidad», apuntó.
Ante este panorama alentador, quienes hacen vida en el expendio y comercialización de frutas esperan que la tendencia se mantenga e incluso se fortalezca en el segundo semestre del año. La aspiración común es clara, seguir brindando alimentos saludables, accesibles y de calidad, sin dejar de lado el trato humano que caracteriza a los mercados populares ribenses.
«Esto es más que vender. Es ayudar a que la gente coma mejor, a que los niños crezcan sanos y que todos podamos tener salud sin tener que gastar lo que no tenemos», finalizó Eliana Sánchez, con una sonrisa reflejo de su optimismo por el futuro del rubro frutal en la entidad.
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DANIEL MELLADO | elsiglo
LG