Unos por fe, otros por deporte, algunos por amor a la naturaleza, también están los amantes de la adrenalina y las aventuras, todos llegaron, se reunieron en la Alcabala de El Limón, para la tradicional Caminata de San Sebastián con rumbo a Ocumare, en su edición 38.

Esta tradición inició como una muestra de fe, el patrono de Ocumare de la Costa, en el año 1987 y su creador fue el italiano Francesco Centrone y consiste en una peregrinación que inicia en El Limón y finaliza en la iglesia de Ocumare y la intención era recaudar fondos para este templo.
Con los años, este evento rebasó las fronteras religiosas y aunque muchos aún extrañan en la organización al muy querido italiano, ya con alma y corazón venezolano, cada año, miles de hombres y mujeres se suman a este reto por razones diversas.
El crecimiento de grupos de senderistas, de runners, entre otras disciplinas ha contribuido a que esta tradición se mantenga, además de ser una oportunidad perfecta de participar en una maratón, a bajo costo, con la logística adecuada y sin la presión de quien llega primero, por ser un evento no competitivo.

Asimismo, los amantes de la naturaleza disfrutan de cada kilómetro rodeados de la vegetación del majestuoso bosque nublado, así como apreciar un amanecer inolvidable y pequeñas cascadas a lo largo del camino.
PEREGRINACIÓN 2025
Este número es un incremento significativo de participantes en comparación con las últimas ediciones, lo cual dio como resultado una ocupación hotelera de más de 80% en la zona, situación que trae beneficios económicos para la localidad.
La tradicional Caminata de San Sebastián 2025 superó todas las expectativas, registrando una participación histórica de aproximadamente 11.000 personas, según informó la gobernadora del estado Aragua, Karina Carpio. Este evento religioso y deportivo, que recorrió 42 kilómetros hasta Ocumare de la Costa, consolidó su posición como una de las actividades más importantes del calendario aragüeño.
Adicionalmente, la organización de la caminata requirió de un esfuerzo conjunto entre instituciones públicas y empresas privadas, las cuales se unieron para garantizar el éxito del evento. Asimismo, se desplegó un amplio dispositivo de seguridad, atención médica y puntos de hidratación a lo largo de todo el recorrido, lo que permitió brindar a los caminantes todas las comodidades necesarias.
En este sentido, Alfonso Guerrero, como parte del comité organizador, agradeció «a Dios y a San Sebastián» poder formar parte de esto por segundo año consecutivo. «Esto es un compartir nacional, porque confluyen personas de todo el país y para todos ellos dispusimos de 25 puntos de hidratación, al principio un punto cada dos kilómetros y al pasar el sector La Trilla, un punto cada kilómetro». Por otra parte, destacó que la atención estuvo dirigida a caminantes inscritos y no inscritos.

Otra particularidad, que cada año se consolida aún más, fue la presencia de «bici-escoltas», grupos de ciclistas voluntarios que se abocaron a brindar atención al caminante en la vía y así minimizar las incidencias.
EN LA SALIDA
Como cada año, el diario elsiglo estuvo presente para documentar cada paso de los caminantes y nuevamente acompañarlos a lo largo de todo el trayecto, como todos los demás, caminando. Es por ello que desde la salida se pudo constatar una estela de emociones y testimonios que reflejan la fe, el esfuerzo y la pasión de los participantes.
Entre las voces que resonaron a lo largo del recorrido, destacó la de Yeisulys Hernández, quien con entusiasmo expresó: «Esta es mi tercera caminata, pero estamos con mucha energía porque Ocumare nos espera». Su experiencia demuestra el arraigo de muchos participantes, quienes año tras año renuevan su compromiso con esta tradición.
Por su parte, una devota compartió su historia. «Esta es la cuarta vez que hago la caminata. La primera vez me demoré 12 horas, pero después fui mejorando mi marca; yo lo hago por fe, soy devota de San Sebastián y este año quiero pedirle mucha paz y libertad para Venezuela».
«Es mi primera caminata, pero estoy feliz y aunque las expectativas son fuertes voy con todo; ya hice la de Choroní y ahora hago la de Ocumare», dijo otra participante. «Esta vez quiero pasar la meta, el año pasado quedamos en La Trilla y puedo decir que este es uno de los dolores más satisfactorios que puedes tener como corredor y como caminante», agregó otro peregrino.
También Nelson Santiago estuvo allí, acompañado de otras 39 personas provenientes de Las Tejerías. «Tenemos un grupo que se llama Sumando Kilómetros y vinimos a pasar un día extraordinario, compartir y llegar a la meta», precisó.

Asimismo, Jesús Blanco, un asiduo participante de esta caminata, proveniente de Villa de Cura, municipio Zamora, quien, con su cabellera invadida de canas, aseguró que se preparó durante todo el año para mejorar su marca de 4h10m, siendo uno de los primeros en cruzar la línea de llegada. «Mi recomendación a los jóvenes es que sigan este ejemplo, porque esto es salud», acotó.
CADA KILÓMETRO UNA HISTORIA QUE CONTAR
El recorrido por esos 42 kilómetros es inexplicable, la razón principal, además de la devoción a San Sebastián, por la que miles de personas se suman a este reto. La abundante vegetación de montaña, el clima inigualable y los paisajes extraordinarios se hacen notar, así como el sonido de las aves y los monos araguatos.
En algunos puntos se pudo notar la presencia del personal de la Alcaldía de Costa de Oro y del Ministerio de Turismo, especialmente en el kilómetro 19, en un punto de hidratación donde además se sumó ALAS, para entregar frutas, dulces y agua a los caminantes. En este lugar, el alcalde Wilmer Leal y la autoridad única de Turismo, Maritza Mendoza, expresaron su entusiasmo por estar allí.
Se trata de una ruta compleja, 12 kilómetros de ascenso, 20 kilómetros de bajada y 10 kilómetros planos, cada tramo con dificultades particulares, pero ninguna de estas fue un impedimento para José Raúl González Alvarado, mejor conocido como «el mocho volador de Villa de Cura», quien, a pesar de no contar con una de sus extremidades inferiores, depender de unas muletas, lleva muchas caminatas en su lista de logros.
«No hay Caminata de San Sebastián sin el mocho volador», son los comentarios de los participantes, ya que este hombre, a pesar de su edad y los retos que la vida le ha puesto, sigue firme, sumándose aventuras como esta a lo largo y ancho del territorio nacional.

Su consejo a los más jóvenes fue que sigan intentándolo que «si yo puedo, ustedes también». González participó recientemente en la caminata de la Virgen de la Misericordia y la Caridad que inicia en San Juan de los Morros y termina en San Sebastián de los Reyes al sur de Aragua.
«Estoy aquí con el apoyo de Anahís Palacios, alcaldesa de Zamora, porque me estoy preparando para una competencia en San Cristóbal», detalló el hombre.
Avanzando en este camino, una vez que has terminado una bajada de horas, donde los músculos empiezan a reclamar, algunas uñas comienzan a despedirse y las ampollas ganan más territorio; los peregrinos deben enfrentarse a un nuevo reto, la temida Trilla.
El sector de La Trilla se encuentra en el kilómetro 32 de esta aventura y ese encuentro con la planicie hace que más de uno se arrepienta de estar allí, aunque esa sensación dura muy poco. La realidad es que en la parte más dura es donde los habitantes de esta zona levantan el ánimo de todo el que pasa. Algunos cantan, otros aplauden, otros gritan palabras motivadoras.
Pero quien realmente queda grabado en el recuerdo de muchos participantes, es Ramón Pedraza, quien, desde hace más de 10 años, siguiendo una tradición heredada por su padre, con una manguera, le brinda un baño de agua fresca a todo el que pase. «agua bendita», decían los caminantes que aseguraban que les «volvió el alma al cuerpo».
Sin embargo, el ocurrente Ramón, entre chistes, le contó al equipo de elsiglo que «muchos me recuerdan con cariño, pero otros me insultan», sin embargo, permanece allí para quien lo necesite.
LLEGADA DE CAMPEONES

Existen dos momentos de celebración, el primero, cuando ves a lo lejos el arco con la inscripción apenas legible «Bienvenidos a Ocumare de la Costa de Oro», el punto perfecto para la foto que irá a las redes sociales, un logro alcanzado. Pero luego viene el momento en el que el caminante se convierte en campeón y es cruzar la línea de llegada frente a la iglesia del pueblo y celebrar por todo lo alto, con una sopita y un masaje antes de unirse a las actividades culturales y recreativas. «Valió la pena todo esto», dicen los participantes.
Los devotos prefieren llegar directamente a la iglesia y agradecer a San Sebastián por los favores concedidos y firmar el libro de las peticiones. De esto se trata este evento que llena de orgullo a los aragüeños, de tomarse un día para cumplir un reto personal, conocer a muchas personas, compartir, vivir experiencias nuevas y tener historias nuevas que contar.
Difícilmente, pueda haber un evento perfecto y como cada año, el equipo de elsiglo recogió algunas impresiones sobre la logística de esta caminata, en cuanto a las responsabilidades de la organización, como de los entes gubernamentales. Esto con la particularidad de que, si bien mencionaron algunos detalles con los que no estuvieron muy felices, también elogiaron algunas mejoras en relación con la edición pasada.
RECOMENDACIONES

- Mejorar la logística en cuanto al control de la basura, ya que el plástico no sólo se quedaba en la carretera para poderse limpiar después, sino que muchas personas lanzan la basura hacia el parque nacional.
- Tomar previsiones con la hidratación, ya que en horas de la tarde el agua empezó a escasear para los caminantes que quedaban rezagados.
- Muchos caminantes decían que no había suficientes frutas en el trayecto.
- Hubo mucha crítica sobre el estado en el que se encontraba el arco de bienvenida al pueblo.
- Mayor despliegue policial en el pueblo para controlar el tema vial.
AGRADECIMIENTO DE LOS CAMINANTES
- Los caminantes agradecieron la presencia de baños portátiles en la vía.
- El recorrido contó con la cantidad de puntos de hidratación que había prometido la organización.
- Los masajes, las pastillas para las articulaciones, las cremas para el dolor muscular y la atención médica se robaron el protagonismo.
- Este año hubo más actividades en el pueblo, lo que motivó a muchos a quedarse más tiempo, a pesar del cansancio.
- Los bici-escoltas, se ganaron el respeto y reconocimiento de quienes participaron en esta peregrinación.
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CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
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