El béisbol aragüeño está de luto. Este martes 4 de febrero falleció José Torres a los 74 años de edad, tío del reconocido beisbolista Miguel Cabrera, pero sobre todo, un hombre que dedicó gran parte de su vida a la formación de jóvenes talentos en la escuela de béisbol David Torres, ubicada en el sector La Pedrera del estado Aragua.
La escuela fue fundada por su hermano, quien falleció hace muchos años, así que a José le tocó tomar las riendas del proyecto, convirtiéndose en un mentor para cientos de jóvenes que veían en el béisbol una oportunidad de desarrollo personal y profesional.
Su carrera como jugador activo se vio truncada por una lesión en la columna que lo alejó de su equipo, los Tigres de Aragua. Sin embargo, su pasión por el deporte se mantuvo intacta y lo llevó a dedicarse a la enseñanza y formación de las nuevas generaciones de beisbolistas.
A pesar de una afección en sus pulmones, Torres se mantuvo firme hasta su último día de vida, con su pensamiento siempre en la escuela yendo el béisbol, siempre firme como su carácter, así lo dieron a conocer sus familiares más cercanos.
El sector La Pedrera, reconocido por ser cuna de grandes peloteros, hoy lamenta la partida de José Torres, pero agradece su invaluable aporte al deporte aragüeño. Su legado perdurará en cada uno de los jóvenes que tuvieron la oportunidad de aprender de su sabiduría y experiencia.
Este miércoles, antes de que sus restos fueran sepultados, sus familiares y conocidos lo llevaron a su lugar predilecto, el estadio de La Pedrera, donde los miembros de la Escuela David Torres y todos sus allegados le rindieron un homenaje.
Gregoria Torres, hermana menor de José Torres, relató como fueron sus últimos días de vida. «Nunca abandonó su amor al deporte, hace unos días hablaba con él y una de las cosas que lo ponía triste era no poder ir al estadio», aseguró.
«Goya, la escuela se va a apagar por unos momentos», dijo José a su hermana, quien en el momento nunca creyó que sería por su partida.
«José tenía su carácter, pero era buen hermano, buen padre, buen hijo y una persona muy dedicada a su trabajo, los momentos que pude pasar con él fueron muy bonitos», aseguró «Goya» con la voz quebrada.
Asimismo, su hermana comentó que José tenía arenilla en los pulmones, lo que fue desmejorando poco a poco su salud, hasta llegar al punto de necesitar oxígeno y tenía dificultades para caminar.
Pero su temple siempre lo mantuvo firme, «él nunca se tiró en un cama», comentaron sus familiares.
Su último día en el plano terrenal fue como cualquier otro, se levantó a las 5:00 a.m., desayunó y se sentó en su silla. «Él sabía lo que sentía pero tenía voluntad; no me separé de él hasta que dio su último respiro en ese consultorio médico, es un momento muy duro para la familia», dijo Gregoria.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
fotos | SANTIAGO GONZÁLEZ (pasante)
CJL