Durante dos fines de semana inolvidables, el Teatro Ribas, símbolo cultural de La Victoria, municipio Ribas en el estado Aragua, se transformó en un santuario de voces y corazones unidos. El «XXXIV Encuentro Nacional de Coros», celebrado como parte de la Semana de la Juventud 2025.

Y es que esta actividad no sólo elevó el espíritu de los asistentes, sino que consolidó a la ciudad como un epicentro de la música coral en Venezuela. Más de 50 artistas, provenientes de Caracas, Aragua, Mérida y otros rincones del país, tejieron un tapiz sonoro que conmovió hasta las lágrimas a un público diverso y entregado.
Los días 8 y 15 de marzo, el escenario del Teatro victoriano vibró con la energía de coros juveniles y adultos que interpretaron un repertorio que abarcó desde piezas tradicionales venezolanas, hasta obras contemporáneas universales.

La apertura estuvo a cargo del Cantarte coro de Cámara de Caracas, cuyas interpretaciones fusionaron raíces autóctonas con técnica impecable. Le siguió el de las Voces Oscuras de la UCV de Maracay, conocido por su innovadora mezcla de cantos y armonías polifónicas, que arrancó ovaciones con sus arreglos.
«Este encuentro no es sólo música; es un diálogo entre regiones, una manera de recordar que a través del arte, Venezuela late como un solo corazón», expresaron autoridades del coro anfitrión Cantaragua de La Victoria.
En este sentido, el evento no sólo destacó por su calidad artística, sino por su poder para unir generaciones. En la segunda semana, jóvenes integrantes de la Cantoría Universitaria de Simón Bolívar de Caracas, creando un contraste conmovedor entre la vitalidad juvenil y la sabiduría de voces experimentadas.
UN CIERRE PARA LA HISTORIA

La clausura, el sábado 15 de marzo, fue un espectáculo sinigual. Bajo la batuta de diversos directores del país, todos los coros unieron sus voces en un megaproyecto: la interpretación de Venezuela de Pablo Herrero, arreglada especialmente para la ocasión. Las más de 330 butacas del Teatro Ribas estallaron en aplausos, mientras los artistas, con los ojos brillantes, recibían flores y abrazos de un público que coreaba: «¡Otra, otra!».
El éxito del XXXIV Encuentro Nacional de Coros refuerza el papel de La Victoria como capital cultural de Aragua y demuestra que la música coral sigue viva como herramienta de transformación social. Los organizadores ya adelantan planes para convertir el evento en un festival internacional en 2026, con invitados de Latinoamérica. Mientras tanto, las notas de este encuentro seguirán resonando en las calles de la ciudad, recordando que, cuando las voces se unen, el corazón de un pueblo late más fuerte.
«Cantar no es sólo arte; es un acto de resistencia y amor que llenan por completo los espacios de nuestro Teatro Ribas», concluyó Rafael Figarella, director del Teatro Ribas, mientras el telón del Teatro se cerraba dejando en el aire un eco de armonía que sin duda perdurará.
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DANIEL MELLADO | elsiglo
AC