Los habitantes de la calle Los Laureles en la urbanización La Floresta, presentaron este lunes un documento ante el despacho del alcalde Rafael Morales y el Servicio Autónomo de Tributos de la Alcaldía de Girardot (Satrim) para denunciar una situación irregular con un comercio, que según aseguran, ha perturbado su tranquilidad durante los últimos tres años.

José Ochoa, vecino de la comunidad, explicó que han recurrido a las autoridades para buscar una solución. «Los vecinos de la comunidad vinimos a introducir un oficio en la Alcaldía y el Satrim en vista de un fondo de comercio que desde hace tres años se instaló en nuestra comunidad haciendo muchas arbitrariedades, trancando portones, haciendo ruido en exceso, venta de licores», detalló.

Ochoa agregó que el problema ha escalado a tal punto que ya tienen una denuncia en la Fiscalía. «Tenemos una denuncia en Fiscalía, próximamente tendremos una audiencia», afirmó.
Asimismo, añadió que el dueño del local se había comprometido a reubicarse, pero no ha cumplido. «La persona se comprometió a mudarse y hasta la fecha no lo ha hecho», dijo, lamentando el atropello que viven en un urbanismo que es «privado».
Otra de las afectadas, Enriqueta de Paz, expresó su frustración. «Ese comercio en esa zona perturba la tranquilidad de los vecinos», manifestó.
«A altas horas de la noche, las personas que viven por allí no pueden ni meter sus carros en el garaje. Es un total caos», acotó.

Por su parte, Sara de Romero, quien vive diagonal al local, describió el calvario que sufren a diario. «Vivo en la calle Los Laureles diagonal a la pizzería. Es horrible lo que estamos viviendo, el ruido hasta la medianoche, las motos», contó.
La mujer subrayó que el espacio no tiene permiso para ser utilizado con fines comerciales. «Ellos se metieron ahí», expresó.
Romero destacó que la mayoría de los residentes son personas mayores y que la situación representa un riesgo en caso de una emergencia. «Si se nos presenta una emergencia en la noche no podemos salir, porque ellos estacionan carros en ambas aceras. Además, yo creo que ellos no tienen permisología».
Los vecinos esperan que las autoridades tomen acciones concretas para resolver el problema y devolver la paz a su comunidad.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
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