Luis Arráez tiene una gran oportunidad de ganar su cuarto título de bateo consecutivo en la Liga Nacional, pero el reto es significativo.

Si bien el camino es peliagudo, el venezolano posee las habilidades y la consistencia necesarias para lograr esta hazaña. Su capacidad de hacer contacto con la pelota y su enfoque en no poncharse, lo han convertido en uno de los mejores bateadores de su generación. Sin embargo, la competencia es feroz y cualquier bajón en su rendimiento podría costarle tomar el liderato.
El nacido en el estado Yaracuy, ya ha ganado tres títulos de bateo consecutivos (2022, 2023, 2024), un logro histórico en sí mismo. Es el primer jugador de la MLB en la historia en ganar esa distinción con tres equipos diferentes de forma corrida.
Arráez, en este 2025, se encuentra en una posición competitiva, pero no es el líder indiscutible. Según las estadísticas, está entre los primeros puestos en promedio de bateo en la Liga Nacional. Sin embargo, hay otros jugadores por encima de él, como Will Smith y Freddie Freeman.
Con la temporada regular de la MLB programada para concluir el 28 de septiembre, no es descabellado «sacar números» para calcular cuántos turnos al bate le restan al yaracuyano.
Su equipo, Padres de San Diego, hasta el 12 de agosto, había jugado 119 encuentros, es decir, a «Los Frailes» le restan 43 partidos en esta ronda regular, una cantidad importante para conectar la pelota sin enemigos en múltiples turnos en el cajón de bateo.
Hasta la fecha, Arráez ha ido al plato en 462 oportunidades (113 juegos), en el que ha conectado 135 imparables, para promediar .292; actualmente se ubica en la séptima casilla en el departamento de bateo, que encabeza Will Smith (.313. / 92 encuentros / 307TB / 96H).
En ese sentido, por dónde van los tiros. El promedio de ir al home a batear por juego de un jugador consistente, como Arráez, suele tener entre 4 y 5 turnos por encuentro.
Si se considera, por ejemplo, que a San Diego le quedan 40 juegos (es una estimación baja), el criollo puede tomar el madero 4 veces por juego, que es igual a 160 turnos. Pero, si es alta la estimación, en esa misma cantidad de encuentros (40), Luis puede sumar una oportunidad más a la ofensiva (5), por lo que se está hablando de 200 posibilidades de chocar la pelota.
Un jugador consistentemente sano y en el lineup puede tener entre 550 y 650 turnos al bate. En la temporada 2024, Arráez tuvo 637 turnos al bate.
Ante lo expuesto, es necesario sacar nuevamente la calculadora; sí el venezolano toma 160 turnos (4 por juego), sumaría 622 presencias en el plato. Pero si agarra una quinta ocasión por encuentro, acumularía 662. Las matemáticas poco fallan.
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Desde hoy, es un período crucial en el que Arráez necesita mantener un promedio de bateo alto, incluso superior al de sus rivales, para poder escalar en la tabla de líderes de bateo y conseguir su cuarto título consecutivo. Cualquier racha positiva o negativa en este tramo final tendrá un impacto significativo en sus posibilidades.
El desafío es histórico; ganar cuatro títulos de bateo consecutivos es un hito extremadamente raro. Solo un puñado de jugadores en la historia de la MLB lo han logrado, incluyendo a leyendas como Ty Cobb, Honus Wagner, Rogers Hornsby, Rod Carew y Tony Gwynn. Esto subraya la dificultad del reto al que se enfrenta Arráez. Se ve es difícil, pero no es imposible.
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