El pueblo católico celebra un nuevo hito histórico, su santidad el papa Francisco ha firmado el decreto de canonización de una nueva santa, la primera mujer venezolana en ser elevada a los altares, Madre Carmen Rendiles.

La noticia se dio a conocer este lunes 31 de marzo, mediante la promulgación del decreto del Dicasterio para las Causas de los Santos, un mes después del anuncio de la canonización del Dr. José Gregorio Hernández.
El documento firmado por el papa Francisco aprueba el milagro atribuido a la intercesión de la beata Carmen Elena Rendiles Martínez, fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús.
CARMEN RENDILES, EJEMPLO DE LIDERAZGO
Carmen Elena Rendiles Martínez nació el 11 de agosto de 1903 en Caracas, es la tercera hija de nueve hermanos de Ramiro Rendiles y Ana Antonia Martínez, una familia con tradición religiosa. Bautizada en la Basílica de Santa Teresa el 24 de septiembre del mismo año, con el nombre de Carmen Elena. Recibió el sacramento de la Primera Comunión el 19 de marzo de 1911.
Fue criada con profundos principios católicos, donde se daba gracias a Dios por cada alimento, se rezaba el Santo Rosario a la Santísima Virgen en la tarde, y se acudía a misa todos los domingos, de esa formación deriva su profundo amor a la religión católica, el mayor valor para ella la santa eucaristía.
A pesar de venir al mundo sin su brazo izquierdo, Madre Carmen creció entre sus hermanos con independencia y espíritu de liderazgo, lo que ayudó a todos los miembros de su familia a sobrellevar con el mejor ánimo el obstáculo que jamás le impidió destacar en su vida familiar y social.

Con tan sólo quince años ya expresaba un profundo deseo de dedicar su vida a Dios. Una debilidad pulmonar durante su adolescencia la apartó por unos meses de la vida social para recuperar su salud y dedicarse a la oración. Fue entonces cuando su vocación se manifestó con mayor claridad y empezó a desarrollarse en la vida cristiana como catequista y fuente de apostolado para sus familiares y amigos.
Con 24 años y luego de recorrer varios conventos donde fue rechazada por su incapacidad, el 25 de febrero de 1927 ingresó en la Congregación de Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento en Caracas, una institución de origen francés recién llegada al país, que no vestían hábito para colmarle los deseos de humildad y pobreza. Ahí la esperó el Señor, quien le mostró claro el camino.
Ese mismo año, el 8 de septiembre, Madre Carmen ingresó al noviciado, una vez completados sus estudios y la preparación previa correspondiente. Cinco años más tarde, el 8 de septiembre de 1932 promulgó los votos perpetuos que la hicieron miembro definitivo de esta familia religiosa.
Desempeñó su vida religiosa con la naturalidad, el liderazgo y la caridad que se le conoció desde pequeña. Sus hermanas religiosas aseguran que era fuente de alegría dentro de la Congregación, dejando una huella imborrable en todas las que pudieron compartir a su lado.
Para el año 1942, la Congregación inicia su labor educativa, fundando los colegios Betania, Santa Ana, Belén y Nuestra Señora del Rosario en Caracas. En el servicio que prestaban a varias parroquias, también contribuían con la elaboración de las hostias y ornamentos litúrgicos.
Con tan sólo 33 años, Madre Carmen fue nombrada maestra de Novicias y para el año 1947 fue nombrada Superiora de la Casa Madre en Venezuela.
Un momento crucial marcó su camino religioso, como Superiora Provincial, Madre Carmen se opone cuando el gobierno general de la Congregación en Francia, después del Concilio Vaticano II, decide establecerse como instituto secular, hecho que implicaba una transformación en el carisma propio de la congregación.
Con mucha valentía la religiosa venezolana consulta al Episcopado venezolano, y con el apoyo de José Humberto Cardenal Quintero, inicia el proceso de separación de la comunidad francesa, que culminó en 1965 con la constitución de una nueva congregación religiosa que se llamaría «Siervas de Jesús» en Venezuela.

En 1969 es nombrada Superiora General de la orden recién fundada, cargo que desempeñó con autoridad, pero sin dejar de lado la caridad con sus hermanas.
Madre Carmen muere en Caracas el 9 de mayo de 1977 a los 73 años, poco después de haber cumplido 50 años de vida religiosa.
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CAMINO A LA SANTIDAD
El 9 de marzo de 1995 se inicia formalmente el proceso para la canonización de Madre Carmen ante las autoridades eclesiásticas. 18 años más tarde el 5 de julio de 2013, el papa Francisco firma el primer decreto para otorgándole el título de venerable a Madre Carmen, el primer paso hacia su la santidad, según el procedimiento de canonización.
El primer milagro atribuido a Madre Carmen sucede a causas inexplicables para la ciencia, de la curación del brazo de la médica cirujana Trinette Durán de Branger, quien había recibido una descarga eléctrica durante una operación que afectó la movilidad de su brazo derecho, los efectos de aquella descarga fueron creciendo en dolor e intensidad, y por cuestiones de Dios antes de ser operada decide pasar por el colegio Belén, que atienden las hermanas Siervas de Jesús donde quería rezar por la sanación de su brazo.
Allí ocurre lo inexplicable, la doctora ora junto a la madre María San Luis, hermana de sangre de la venerable Madre Carmen, ambas se dirigieron a una habitación cercana al oratorio, donde Madre Carmen en vida solía reposar, de pronto «un rayo de luz salió del borde del cuadro» de Madre Carmen, aquello según el testimonio de Trinette, iluminó toda la habitación y llegó hasta su hombro derecho, por unos segundos sintió un calor y por instantes perdió el conocimiento, al despertar su brazo quedó restablecido y las dolencias desaparecieron.
Este testimonio permitió al papa Francisco firmar el decreto de beatificación de Madre Carmen Rendiles, el 18 de diciembre de 2017.
Fue elevada a los altares como tercera Beata de Venezuela y primera de Caracas el 16 de junio de 2018, en ceremonia celebrada en el Estadio Universitario de Caracas, presidida por el enviado del Papa Francisco el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
EL SEGUNDO MILAGRO
El portal informativo VaticanNews difundió datos sobre este milagro. Se trata una joven diagnosticada en 2015 de hidrocefalia triventricular idiopática, que requirió la colocación de una válvula de derivación. Sometida a varias operaciones y a hospitalización, su estado de salud se deterioró.

Un día, una tía de la joven, que participaba en una celebración eucarística ante la tumba de la Madre Carmen, rezó por su recuperación. Otros fieles pidieron entonces a Madre Carmen que desde el Cielo intercediera. También la misma joven participó en una misa en su sepultura, en la capilla del Colegio Belén de Caracas.
Tras tocar una imagen de la monja, la adolescente mejoró rápidamente, hasta el punto de que pronto comenzó a caminar y a comunicarse, expresando el deseo de ir a dar las gracias a la Madre Carmen. La recuperación de la joven fue completa, estable y duradera, y el suceso se juzgó inexplicable desde el punto de vista científico.
Este acontecimiento otorga el título de Santa a Madre Carmen Rendiles, promulgado por el papa Francisco el 31 de marzo de 2025.
De esta forma, Madre Carmen Rendiles junto al Dr. José Gregorio Hernández se convierten en los primeros santos venezolanos en el mundo, un logro inédito para la iglesia católica tras dos largos procesos de trabajos y esfuerzo, que finalmente dan sus frutos, ejemplo de santidad y un desbordante amor a Dios.
LUIS GUZMÁN | elsiglo
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