Un jurado de Nueva York declaró a Donald Trump culpable de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales derivados de un pago para mantener en silencio a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels sobre una supuesta aventura por temor a que perjudicara sus posibilidades de ganar las elecciones de 2016.
El jurado comenzó a deliberar el martes antes de emitir el veredicto el jueves por la tarde. Su decisión, que les llevó unas siete horas y media, fue unánime: Trump es culpable de los 34 cargos que se le imputaban.
La condena llega en plena tercera campaña presidencial de Trump, que ha organizado en gran medida en torno a la idea de que el presidente Joe Biden es el cerebro de una vasta conspiración para presentar una serie de causas penales contra él con el fin de obstaculizar sus posibilidades de recuperar la Casa Blanca.
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CRONOLOGÍA CASO TRUMP
La extravagante afirmación, que ha sido ampliamente adoptada por el Partido Republicano, carece de fundamento. Trump es el presunto candidato presidencial del partido y debatirá con Biden en la CNN a finales de este mes.
«Nunca sabremos si este esfuerzo por engañar al votante estadounidense marcó la diferencia en las elecciones de 2016, pero eso no es algo que necesitemos probar», dijo el fiscal adjunto Joshua Steinglass en su alegato final el martes. «Los reembolsos a Cohen estaban encubiertos en la conspiración para promover las elecciones, independientemente de si esa conspiración realmente logró inclinar la balanza o no».
La saga que ahora ha desembocado en la primera condena penal de un presidente de Estados Unidos comenzó con el supuesto affaire de Trump con Daniels en 2006, antes de empezar a convertirse en algo delictivo cuando su primera campaña presidencial tocaba a su fin.
A principios de octubre de 2016, salió a la luz la ya famosa cinta Access Hollywood, en la que se veía a Trump jactándose en 2005 de cómo su estatus de celebridad le permitía manosear a las mujeres y «agarrarlas por el coño.» La popularidad de Trump entre los votantes, concretamente entre las mujeres, empezó a tambalearse. Trump calificó sus comentarios de «charla de vestuario», una frase que Cohen atribuyó a la esposa de Trump, Melania, durante su testimonio.
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