Habitantes de la Av. 9 del sector José Félix Ribas, municipio Mario Briceño Iragorry, aseguraron que viven desde hace más de cuatro meses con una situación de insalubridad pública producto del desbordamiento de las aguas servidas en la zona, lo que ha generado un brote de enfermedades en niños y adultos mayores.
En este sentido, los denunciantes comentaron que la situación es insostenible, ya que mal olor aunado a la contaminación que esto genera no es de agrado para los vecinos ni visitantes de la comunidad, quienes se ven imposibilitados en transitar libremente por el lugar.
Egley Díaz, afectada, manifestó que el colapso de las aguas servidas se ha extendido por todo el sector, por lo que ya algunas casas se ven directamente afectadas, «esto es caótico, nos ponen el agua domingo y lunes y esto empeora, claro, todos aprovechamos en hacer los quehaceres y terminamos de colapsar todo, el agua se nos regresa», lamentó.
Informó que la situación ya ha sido denunciada con anterioridad e incluso han mandado fotos a las diversas plataformas digitales y a VenApp del 1×10 del Buen Gobierno pero hasta el momento los entes no se han manifestado.
«Nos asignaron un ingeniero de nombre Leomar Hernández perteneciente a Hidrocentro, pero no se han presentado a pesar de que hemos hecho los llamados correspondientes, vía telefónica nos han comunicado que vienen a inspeccionar y buscar una solución razonable pero nunca llega», acotó.
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Por su parte, Isbelia Armas declaró que el sector «de punta a punta» se encuentra colapsado y ni el alcalde, gobernadora ni los organismos correspondientes se han preocupado por solventar la situación.
«Ellos hacen caso omiso a nuestras denuncias, tienen que venir para que vean como están todas estas calles, tienen que abocarse a José Félix Ribas, nos tienen olvidados, nadie, absolutamente nadie nos da respuesta, nos estamos enfermando», condenó.
Para finalizar, pidió de buena fe que las autoridades competentes escuchen su denuncia y que se aboquen en solventarla lo más pronto posible, ya que hay niños y personas de la tercera edad enfermos a consecuencia de las aguas putrefactas.
HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo
