Que ingrata es la vida, o es el destino que lo tiene marcado a uno como ser humano, manifestó en las afueras de la Morgue de Caña de Azúcar la señora María Laura Cabrera, madre de Bryan Alfredo Araujo Cabrera, de 19 años de edad.
Comenzó narrando su triste historia vivida durante el pasado fin de semana, cuando viajaba, de la población de San Mateo del municipio Bolívar hacia Colombia.
Aquí en Venezuela la situación está muy difícil, quienes tienen la responsabilidad de solucionar los problemas, simplemente se hacen los locos… indicó la ciudadana.
Ante la falta de empleo y de oportunidades para uno surgir en la vida, me vi en la obligación de arreglar mis papeles y marcharme del país con mi hijo menor.
«Logré conseguir lo necesario y el sábado 20 de agosto agarré mis maletas y mi muchacho, abordé un autobús con destino a San Antonio del Táchira con la misión de llegar a Bogotá y comenzar allí a trabajar para tener así una mejor calidad de vida para mi y todos mis hijos. Soy madre de tres hijos», comentó.
Cuando llegaba a Cúcuta recibí una llamada telefónica de mi hermana anunciándome que mi hijo había muerto a tiros en un procedimiento policial del cual rechazo dijo.
Me dijo lo siguiente: «Hermana, a Brayan lo acaban de matar a tiros y lo están vinculando con el robo de un transporte público. Mi reacción es que estallé en llanto y no veía la lógica de los hechos que me contaba.
Que injusta es la vida, dijo la señora. Hace pocas horas me despedí de mi hijo llevándome una sonrisa de flor de labio y ahora está triste noticia, no lo puedo creer.
Ante los hechos, tuve que dejar abandonado a mi pequeño muchacho con una amiga en Cúcuta y regresar de nuevo a San Mateo. Ya el lunes por la mañana me encontraba en mi casa llorando por mi Bryan.
La policía lo implicó en un robo de transporte público. Si él había cometido un delito porqué no lo detuvieron y lo presentaron en los tribunales, porqué aplicaron la justicia a su manera, se preguntó la señora María.
«Como madre me siento destruida y sin ganas de vivir ni mucho menos regresar a Colombia. Siento que mi vida se acabó con la muerte injusta de Bryan», comentó entre lágrimas en su rostro.
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No obstante, «tengo un bebé por quien luchar y me motiva a seguir hacia delante, pero con la moral por el suelo. Toda mujer que sea madre de familia entenderá mi situación y mi rostro marcado por el dolor», agregó. Poco después exclamó lo siguiente: No es fácil.
Regresaré a Colombia cuando haya terminado toda esta pesadilla. La señora dijo, «hoy es jueves y todavía no he podido darle cristiana sepultura a Bryan, un joven que con apenas 19 años, murió a manos de la policía, cuyo hecho se registró el sábado en la noche en la calle Ricaurte con Flores en San Mateo.
Culminó diciendo lo siguiente: «Si en este país hay justicia como lo pregona el Gobierno y el fiscal Tareck William Saab, la muerte de mi Bryan no quedará así Sólo pido a Dios verles el rostro a quienes me quitaron una parte de mi vida. No sé cuál sería mi reacción frente a ellos.
Así fueron las tristes y conmovedoras palabras expresadas por la señora María Laura Cabrera al periodista de sucesos en las afueras de la Morgue de Caña de Azúcar.
