Rusia da por tomada ciudad de Lisichansk y Ucrania asume la derrota

Rusia dio ayer por tomada la ciudad ucraniana de Lisichansk y toda la región oriental de Lugansk, tras lo cual Kiev admitió la derrota en el último bastión que aún controlaba en esta provincia, pero no quiso conceder aún la victoria a las fuerzas rusas en el conjunto de esta zona del Donbás.

Tras 130 días de guerra, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, informó al presidente ruso, Vladímir Putin, «de la liberación de la República Popular de Lugansk», reconocida como independiente por el Kremlin tres días antes de lanzar su campaña militar en Ucrania, el pasado 24 de febrero.

Shoigú hizo este anuncio después de asegurar que Lisichansk había caído tras entrar las tropas rusas en la ciudad y haber cerrado el cerco en torno a la urbe.
El titular de Defensa dijo a Putin que, «como resultado de operaciones militares exitosas, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, junto con unidades de la Milicia Popular de la República Popular de Lugansk, han establecido el control total sobre la ciudad de Lisichansk y un número de localidades cercanas (…)».

LOS PRORRUSOS CELEBRAN

El jefe de la autoproclamada república popular de Lugansk, Leonid Paséchnik, escribió en Telegram que este día quedará marcado en rojo en el calendario «de nuestra patria». «Esta fiesta, como en el lejano 1945 (con la victoria soviética sobre la Alemania nazi), también nos hace llorar de felicidad (…)», sostuvo.

El sábado por la tarde las fuerzas del líder checheno prorruso, Ramzán Kadírov, otras unidades rusas y militares separatistas de Lugansk entraron en la ciudad, desde la cual grabaron y difundieron varios vídeos, uno de los cuales con las banderas ondeando delante del edificio administrativo de Lisichansk.

Ucrania ha tardado 24 horas en asumir la imposibilidad de mantener la ciudad gemela de Severodonetsk, de la que las fuerzas ucranianas se retiraron hace una semana y que las tropas rusas tardaron más de un mes en capturar.

UCRANIA CONFIRMA LA CAÍDA DE LA CIUDAD

A última hora del domingo, el Estado Mayor General confirmó la retirada de las fuerzas rusas de la ciudad.

«Después de intensos combates por Lisichansk, las Fuerzas Armadas de Ucrania se vieron obligadas a retirarse de sus posiciones y líneas ocupadas», informó en Facebook.

El mando militar explicó que, «en unas condiciones de superioridad notable de las fuerzas de ocupación rusas en artillería, aviación, sistemas de lanzacohetes múltiples, municiones y personal, la continuación de la defensa de la ciudad tendría consecuencias fatales».

KIEV INSISTE EN LA NECESIDAD DE MÁS ARMAS

El Estado Mayor General aseguró que, en todo caso «la lucha continúa» contra Rusia, y aprovechó el revés sufrido para pedir a Occidente más armas.

«Desafortunadamente, la voluntad de acero y el patriotismo no son suficientes para el éxito: se necesitan recursos materiales y técnicos», recalcó.

Poco antes, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, había afirmado aún que no se podía decir de manera definitiva que Lisichansk había caído, porque aún se registraban «combates en las afueras».

70 DIPLOMÁTICOS RUSOS EXPULSADOS EN CRISIS DIPLOMÁTICA

Los 70 diplomáticos y empleados de la embajada rusa en Sofía declarados «persona non grata» por el país anfitrión el pasado 28 de junio abandonaron ayer el territorio búlgaro en dos aviones fletados por Moscú, tras amenazar el Kremlin con romper relaciones si no se revocaban estas expulsiones.

Según confirmaron a Efe fuentes del aeropuerto internacional de Sofía, los aviones del Gobierno ruso aterrizaron a primera hora de esta tarde y partieron dos horas y media después con los expulsados y sus familiares a bordo.

En reacción al rechazo del Gobierno búlgaro a un ultimátum de Moscú para revocar estas expulsiones, la embajadora de Rusia en Sofía, Eleonora Mitrofánova, dijo el pasado día 1 que propondrá a las autoridades de su país cerrar la legación diplomática que dirige.

EFE