El prestigioso Ballet Bejart de Lausana (Suiza) anunció hoy que aparta temporalmente a uno de sus responsables, el director de producción Richard Perron, mientras se investigan unas denuncias de presunto acoso, abuso de poder y otras «conductas inapropiadas», informó la televisión helvética RTS.
La fundación gestora del ballet, fundado por el coreógrafo francés Maurice Bejart (1927-2007), señaló en un comunicado que aparta al director de sus obligaciones «mientras se investigan los hechos», que también han llevado a la compañía a suspender durante un año las actividades de su escuela de danza afiliada.
Los administradores también confirmaron que se llevará a cabo una auditoría del personal, a cargo de la empresa Vicario Consulting, después de semanas de denuncias de graves irregularidades tanto en su escuela de danza, llamada Rudra, como en el Ballet Bejart.
No es la primera vez que la compañía de danza recibe críticas por el comportamiento de sus responsables: en 2008 varias acusaciones anónimas contra el director artístico, Gil Roman, también llevaron a la fundación a llevar a cabo una auditoría, que en esa ocasión concluyó sin poder confirmar tales irregularidades.
En el caso actual, la fundación ha dado pocos detalles sobre las acusaciones, aunque algunos testigos, desde el anonimato, hablan de «continuo uso de drogas, nepotismo y acoso sexual y psicológico», y acusan principalmente a Roman, quien tomó el mando del ballet tras la muerte de Bejart en 2007.
