Asesinado transportista, su esposa e hijo menor

Dos sujetos asesinaron a sangre fría a un transportista maracayero, así como a su esposa e hijo menor, y dejaron gravemente herido al hijo mayor.

Se trata de Eduardo Molina, de 33 años, quien era el presidente de la Unión La Coromoto; su esposa Estela Orellanos, de 29 años de edad, y Joisen, de seis años. El niño Eduard, de 11 años, sobrevivió al mortal ataque contra esta familia residenciada en La Coromoto.

Eduardo Molina y su esposa, Estela Orellanos, asesinados

Todo ocurrió el jueves en la noche, cuando terminó la jornada laboral de Molina, y se dispuso a realizar algunas diligencias en compañía de su familia, a bordo de una camioneta de su propiedad. Pero al vehículo se subió una quinta persona, un trabajador de Molina, mejor conocido como «avance».

Molina tenía dos camionetas adscritas a la Unión La Coromoto, la cual él dirigía en calidad de presidente. Un chofer, extraoficialmente identificado como Gerardo Rodríguez, de 32 años de edad, le pidió la cola a Molina, quien al parecer se dirigía a San Carlos, al sur de Maracay. Se presume que Rodríguez vive en esta misma zona, ante lo cual lució lógico acercarlo a su residencia.

A partir de este momento las versiones del hecho son confusas, y corresponderá a los investigadores determinar cómo esta familia terminó siendo masacrada dentro de la camioneta.

Según una fuente extraoficial, hace varios años Molina había despedido al avance por ser irresponsable, pero lo empleó de nuevo hace cuatro años. Al parecer existía confianza, lo que llevó a Molina a contarle recientemente a su empleado que había adquirido dólares para proteger sus ahorros ante la devaluación del bolívar soberano.

Rastros de sangre en el exterior del vehículo

Al parecer este sería el móvil del triple homicidio, sin embargo, los investigadores no descartan ninguna otra motivación, bien sea en el marco de su actividad gremial o personal, en virtud de lo cual se encuentran profundizando las experticias.

Aunque no está clara la situación, Molina condujo su camioneta Chevrolet, modelo Blazer, color azul, de placa AK977BG, la cual fue emboscada por dos sujetos armados que secuestraron la familia, desconociéndose las circunstancias en las cuales lograron interceptar al vehículo y someter a la familia, pero se presume que el «avance» pudo haber facilitado el crimen, versión que no tiene sustento oficial al cierre de esta edición.

Posteriormente, la familia fue tiroteada dentro de la camioneta; Molina, su esposa y el niño pequeño no sobrevivieron al feroz ataque, no obstante el otro hijo milagrosamente salió vivo de dicho ataque, ocurrido en un sitio no precisado del barrio San Carlos.

ENSANGRENTADO

De acuerdo a la versión ofrecida por un familiar que no quiso ser identificado, el «avance» Gerardo Rodríguez se dirigió luego del ataque a su casa, cerca del sitio donde habría ocurrido el triple crimen, pero llegó con la ropa ensangrentada.

Se comentó en la fuente investigativa que un presunto familiar del chofer habría intervenido, debido a la sospechosa actitud del presunto agresor, lo que incluso habría generado una «confesión» del crimen. Lo cierto del caso es que Rodríguez estaría desde ayer bajo la custodia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales Y Criminalísticas (Cicpc) ubicado en el sector 9 de Caña de Azúcar, pero se desconoce si es considerado sospechoso o testigo de este triple crimen que ha conmocionado a la colectividad maracayera, especialmente a los transportistas de la región, donde Molina era muy conocido. Se espera que hoy las autoridades del Cicpc ofrezcan detalles del crimen.

ALNELLY CAÑA | elsiglo
foto | FAUSTINO PÉREZ