Un clamor de indignación y frustración recorre la calle Carabobo, arteria vital del centro de La Victoria, municipio José Félix Ribas, estado Aragua. Residentes y transeúntes alzan su voz para denunciar el estado «deplorable» en el que se encuentra esta vía, un abandono que se ha convertido en su cotidianidad y que afecta su calidad de vida, seguridad y economía.

Basta con caminar unos pocos metros por la mencionada vía, según relataron los afectados, para toparse con un panorama desolador. El pavimento, anteriormente funcional, se encuentra en franco estado de deterioro. Grandes huecos, grietas profundas y parches de asfalto desecho dominan el paisaje, transformando el simple acto de transitar, ya sea a pie o en vehículo, en una odisea peligrosa.

«Es un camino de obstáculos», describió Carmen Rondón, dueña de un pequeño comercio de la zona. «Los carros se dañan, los motorizados se caen, y los adultos mayores o personas con discapacidad prácticamente no pueden pasar sin ayuda. Es humillante y riesgoso».
Pero el mal estado de la calle es sólo una parte del problema. A lo largo de la vía se han multiplicado los «vertederos improvisados de basura»; montículos de desechos sólidos, bolsas rotas y residuos acumulados por días, e incluso semanas, se apilan en esquinas y solares vacíos.
En ocasiones el mal olor es penetrante, especialmente en las horas de mayor calor o cuando llueve, y la presencia de roedores, moscas y otros vectores de enfermedad es una constante que preocupa a la comunidad.
«La basura se acumula porque no pasa el camión con regularidad, o porque la gente desesperada tira allí lo que no recogen», explicó Luis González, residente de un edificio por más de 10 años. «Es un foco de infección al aire libre, frente a nuestras casas y negocios».

La situación se agrava con una deficiencia crónica en el suministro de agua potable. Vecinos reportan que el servicio es extremadamente irregular, con cortes que pueden extenderse por varios días seguidos. Cuando llega, la presión es mínima, insuficiente para llenar tanques o cubrir necesidades básicas.
«El agua es un lujo aquí», afirmó María Pérez, madre de dos niños pequeños. «Pasamos días sin una gota, dependemos de los cisternas que hay que pagar, o de cargar baldes desde tomas cercanas. Es agotador y caro, más para los que vivimos en edificio».
Ante todo estos problemas; calles destruidas, basura acumulada y sed forzada, los habitantes de la calle Carabobo y sus alrededores se sienten «abandonados por las autoridades. «Vivimos en el centro de la capital del municipio, pero parece que estamos invisibles», expresó con amargura González. «El deterioro es evidente para cualquiera que pase, pero quienes tenemos que vivir con esto día a día somos nosotros».
EL LLAMADO URGENTE

Frente a este cuadro desalentador, los afectados hacen un llamado contundente y urgente a las autoridades competentes, en especial al gobierno municipal. «Exigimos que por lo menos nos resuelvan uno de estos problemas», clamó Rondón. «Que reparen la calle para poder circular, que recojan la basura de forma constante para evitar enfermedades, o que nos garanticen el agua de manera regular. No pedimos todo a la vez, pero necesitamos una señal, una acción concreta que demuestre que no estamos solos».
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La calle Carabobo, otrora un punto de referencia comercial y social en La Victoria, se ha convertido en un símbolo del abandono. El clamor es claro: «Basta ya. Necesitamos soluciones reales y atención inmediata». La pelota, señalaron, está ahora en el campo de las autoridades locales, cuya respuesta se espera con impaciencia y escepticismo, pero también con una última esperanza de ver mejoras en el corazón de su comunidad.
DANIEL MELLADO | elsiglo
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