Valverde salvó al Madrid

Una volea de empeine de Fede Valverde en el minuto 93, cuando el Real Madrid dimitía de LaLiga, mantiene en la pelea por el título al equipo de Carlo Ancelotti tras un nuevo capítulo de sufrimiento, salvado por una segunda parte de orgullo ante un Athletic repleto de rotaciones, que cedió en el último suspiro ante la fe madridista.

MADRID, 20/04/2025.- El defensa del Real MAdrid FEderico Valverde celebra su gol ante el Athletic, en el partido de la jornada 32 de LaLiga que Real Madrid y Athletic Club de Bilbao disputan este domingo en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid. EFE/Chema Moya

De sentir como se abría una puerta a la esperanza liguera, cuando el Celta vencía por dos tantos en casa del líder, a verlo todo perdido. Respondiendo a una presión mayor tras ver al Barcelona con el poderío en la remontada que tanto se esperaba en el Santiago Bernabéu ante el Arsenal. Rescatando un triunfo agónico para seguir en la pelea esquivando en el último instante una semana catastrófica.

Aún se mascaba la decepción europea en la grada y el Real Madrid debía imponerse a un estado de tristeza generalizado. Ni las rotaciones de Ernesto Valverde, que cambió a todo su equipo salvo a Álex Berenguer por el esfuerzo realizado para lograr el pase a las semifinales de la Liga Europa, impulsó una respuesta de orgullo de los jugadores de Ancelotti.

Herido en su orgullo tras escuchar silbidos en sus dos últimos partidos, Vini fue tan sobrado de voluntad como carente de acierto. Pegado a banda izquierda, como Rodrygo a la derecha, intocable en una racha sin gol infinita. El Real Madrid fue a por el partido sin 9. Con libertad para Jude Bellingham para atacar un espacio que nunca encontró. El resultado en el primer acto: un remate a puerta y en un testarazo de Fede Valverde tras un saque de esquina.

Al Athletic, sin Nico y con Iñaki Williams en el banquillo, le iba bien la especulación. Sin sentir agobios, con la única tarea compleja en el freno al descaro de Vinícius. Bien posicionado, con líneas juntas, sin ninguna intención de dar un paso en busca del triunfo. Por muy mal que viera a su rival. Dos remates desviados de Guruzeta eran insuficientes.

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El agobio que comenzaba a sentir el Athletic provocó la reacción de Valverde. Era el momento de recurrir a jugadores del peso de Sancet e Iñaki Williams, de amenazar al rival con la presencia de Maroan Sannadi. La única acción ofensiva de su equipo había llegado en una acción individual de Unai que provocó la parada de mérito de Courtois, metido en el partido pese a no ser exigido en ningún momento.

El tiempo se acababa y el Real Madrid mascaba ansiedad. Se la quitó de encima de golpe cuando Vinícius, en su enésimo intento, mandaba a la red su golpeo seco al palo corto. La liberación de un Bernabéu que respiraba se entrecortó cuando el VAR avisó de la posición de Endrick en el arranque de la jugada. En fuera de juego tocaba el balón e influía en la acción defensiva del rival. Gol anulado.

Un nuevo golpe a un equipo herido, de nuevo caminando por el alambre, a minutos de perder el segundo título grande en tres días. Lamentando el error de Bellingham en el 90, a dos metros de la línea de gol, cuando remató desviado por el mal posicionamiento del cuerpo. Volcado en área rival, en esta ocasión encontró el premio a su insistencia en el añadido cuando el intento de Brahim provocó un rechace que mató con el pecho Valverde para enganchar un disparo a la escuadra que sostiene la lucha agónica madridista.

EFE

AC