‘Un simple accident’, del iraní Jafar Panahi, ganó la Palma de Oro del 78 Festival de Cannes con su historia sobre la violencia en su país, del que no había podido salir en 15 años, un galardón que hizo ponerse en pie a todo el auditorio del Grand Théâtre Lumiére.

Conmocionado, Panahi se quedó inicialmente clavado en su butaca, incapaz de levantarse, y una vez en el escenario se le vio visiblemente emocionado.
«Es verdaderamente difícil hablar», dijo en iraní el cineasta, que pudo viajar a Cannes tras quince años sin poder salir de su país, debido a una condena en 2010 por «reunión y colusión contra la seguridad nacional» y «propaganda contra el sistema» de la República Islámica de Irán.
Salió bajo fianza, fue detenido de nuevo en julio de 2022 por protestar por la detención de los cineastas Mohamad Rasoulof y Mostafá Ale Ahmad y fue encarcelado hasta febrero de 2023.
«No era posible hacer este filme salvo con un equipo comprometido», dijo Panahi, que pidió «a todo el mundo, a todos los iraníes con todas las opiniones diferentes y por todo el mundo», que pongamos las diferencias de lado, porque «lo más importante es nuestro país y es la libertad de nuestro país».
Y expresó su confianza en que llegará un momento en el que «nadie nos diga qué hay que ponerse como prenda de vestir, qué hay que decir o qué no hay que hacer».
Junto a él los actores de ‘Un simple accident’ -Vahid Mobasseri, Mariam Afshari, Ebrahim Azizi o Majid Panahi-, que no pudieron contener las lágrimas mientras escuchaban al director.
Un discurso para recibir el mayor reconocimiento del festival para un filme en el que un hombre, por un simple accidente, cree reconocer a su torturado. Le surgen dudas y va en busca de otras personas normales e inocentes, como él, que fueron apresadas y sufrieron malos tratos de la misma persona.
Delicado, violento en el fondo pero no en la forma, con toques de humor inteligente y un final aterrador, la película es, como explicó Panahi en una rueda de prensa en Cannes, el resultado de haber estado en la cárcel, porque antes su cine se centraba sólo en la sociedad y no en la violencia.
La Palma de Oro fue anunciada por la presidenta del jurado de Cannes, la actriz francesa Juliette Binoche, que antes de decir el título del filme ganador, dijo unas emotivas palabras.
«Estamos aquí con todos los que sufren no por opinión política, sino por corazón, por la compasión, por la ternura, por la humanidad compartida, por la libertad reencontrada. El arte provoca, cuestiona, convulsiona», afirmó.
Y el arte «moviliza la energía creativa de la parte más preciada, la más viva de nosotros, una fuerza que permite transformar las tinieblas en perdón, en esperanza y en vida nueva», razón que llevó al jurado a elegir el filme de Panahi como el mejor del festival.
Apagón en Cannes
La luz se apagó en Cannes a primera hora de la mañana de este sábado, lo que obligó a detener las últimas proyecciones del Festival, que empezó a temer por su gala de clausura prevista la noche, un corte que las autoridades atribuyen a un sabotaje que duró cinco horas.
Unos 160.000 hogares se vieron privados de corriente, pero no el palacio de festivales, dotado de sus propios generadores, lo que llevó a los organizadores del Festival a enviar desde el primer momento un mensaje de tranquilidad: La entrega de la Palma de Oro no corría peligro.
Mientras proseguía con normalidad el gran cónclave del cine europeo, en la ciudad reinaba el desconcierto, con perturbaciones en el transporte ferroviario y terrestre, con los coches circulando sin semáforos y los comercios a medio gas por falta de electricidad.
El apagón tuvo lugar a las 10.00 horas (08.00 GMT) cuando una torre de alta tensión se derrumbaba en la localidad de Villeneve-Loubet.
Los servicios de RTE, el gestor eléctrico francés, no pudieron reaccionar porque el tendido estaba ya debilitado después de que de madrugada se produjera un incendio en una subestación de Tonneron, algo más al norte.
Las autoridades francesas consideran intencionados ambos incidentes e investigan si hay relación entre ellos. En la subestación se encontró material inflamable que pudo servir para atizar las llamas, mientras que tres de los cuatro pilares de la torre de alta tensión aparecieron segadas.
La Fiscalía francesa abrió una investigación sobre los hechos que considera de origen criminal, aunque por el momento no hay ningún detenido.
«No hay duda de que se trata de un acto criminal», insistió el alcalde de Cannes, David Lisnard, mientras que la prefectura aseguraba que «todos los medios se han movilizado para identificar, buscar, detener y llevar ante la justicia a los autores de estos actos».
Cinco horas después del corte de corriente, sobre las 15.00 horas (13.00 GMT) la luz fue volviendo paulatinamente a la ciudad y a otras localidades vecinas también afectadas.
Los retrasos en los trenes están previstos hasta las 20.00 horas de la tarde, mientras que los bomberos tuvieron que efectuar un centenar de intervenciones, sobre todo para rescatar a personas atrapadas en ascensores.
El incidente cobró una mayor atención a causa del Festival. Apenas un cuarto de hora duró el corte en el palacio de Festivales, el tiempo necesario para activar los dos equipos electrógenos con los que está equipado.
Pero en otros puntos de la ciudad que también albergan proyecciones, estas tuvieron que suspenderse.
Sin embargo, los organizadores indicaron que la ceremonia no corría ningún peligro, puesto que se celebra dentro del palacio.
CJL