En Maracay continúa la preocupación en cuanto a la situación en la que se encuentra el transporte público, ya que un número significativo de unidades exhiben la frase «Hora cero».

Esta expresión visibiliza el desacuerdo del gremio transportista con el reciente aumento del pasaje, calificado por ellos como «mínimo» e incapaz de cubrir los crecientes costos operativos que enfrentan diariamente.
Los conductores y dueños de las unidades coinciden en que sus ingresos actuales no alcanzan para garantizar el mantenimiento básico de los vehículos, poniendo en riesgo la continuidad del servicio. La inflación y la fluctuación del dólar impactan directamente en el precio de repuestos e insumos, generando una situación insostenible.
Humberto Delgado, fiscal de la línea Turmero-Maracay, explicó de qué se trata esta situación. «Esto no mejorará hasta que no tengamos un pasaje adecuado por el servicio que nosotros prestamos, porque de lo contrario, aumenta el dólar y cuando vamos a comprar un caucho nuestras ganancias no alcanzan para nada», dijo.

Delgado reconoció que hubo un incremento en las tarifas, pero lo considera insignificante. «Hubo un pequeño aumento pero eso no suple nada, ni siquiera el 20% de los gastos que uno tiene».
Por otra parte, mencionó que el acceso al combustible subsidiado, una medida implementada para aliviar la carga económica del sector, también presenta serias limitaciones.
«Recibimos combustible subsidiado, pero muy poco, considerando que con 120 litros trabajamos un día completo, pero resulta que nos están surtiendo cuando mucho, dos veces a la semana, y a veces nos dan 50 litros de gasoil nada más», detalló el fiscal.
Ante esta realidad, la opción de recurrir al combustible dolarizado se vuelve inviable para muchos porque estarían «trabajando a pérdida».
También te puede interesar: Luis Eduardo Martínez promete mejorar los salarios de los educadores
Si bien Humberto Delgado prefirió no especular sobre un paro definitivo, advirtió sobre un posible paro técnico por falta de vehículos, porque poco a poco se van parando por falta de insumos, ya que nada más hacerle mantenimiento a la unidad sale en $200.
Con más de cuatro décadas dedicadas al transporte público, Delgado expresó su frustración ante la actual situación. «Es primera vez que llegamos a esta situación, que lo que provoca es guindar los guantes, pero no lo hacemos porque es el mecanismo que tenemos para subsistir».
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
AC