En un colorido evento cargado de emoción y orgullo, el Taller Especial Laboral (TEL) Josefa Palacios de Ribas de La Victoria, estado Aragua, clausuró su segundo momento pedagógico del año con una exposición que dejó en evidencia el potencial creativo y productivo de sus 30 participantes.

Bajo el lema «Crear, aprender y crecer», estudiantes, docentes, especialistas y familias, se reunieron para celebrar los logros alcanzados durante este periodo, demostrando una vez más que las condiciones físicas o cognitivas no son límite para el éxito.
Desde pan artesanal hasta obras textiles, pasando por productos químicos de limpieza y carteleras didácticas, la variedad de trabajos exhibidos reflejó el enfoque integral del taller, que combina formación pedagógica con habilidades laborales.
Y es que cada proyecto, elaborado en equipo, fue explicado con entusiasmo por los propios participantes, quienes destacaron no sólo el proceso de aprendizaje, sino también el valor del trabajo colaborativo, donde los valores fueron la bandera.
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El compromiso colectivo destaca
América Madriz, directora del plantel, no ocultó su satisfacción al ver materializado el esfuerzo de meses. «Este cierre es un puente hacia nuevas metas. Cada estudiante, docente, especialista y representante ha sido clave para que este periodo culmine con éxito. Aquí no hay límites, sólo oportunidades», afirmó.
Madriz resaltó que tras este logro, el TEL ya tiene listo un cronograma de actividades reforzado para el próximo trimestre, enfocado en seguir impulsando la autonomía y la calidad de vida de los participantes. «Queremos que cada uno de ellos se sienta parte activa de la sociedad, con herramientas para desenvolverse con dignidad y orgullo», agregó.
Familias celebran los avances
Entre los asistentes, padres y representantes aplaudieron el progreso de sus hijos. «Mi hijo ha aprendido a hornear pan y ahora quiere ayudarnos en casa. Esto le da confianza y a nosotros esperanza», compartió María González, madre de uno de los participantes.
En resumidas cuentas, el evento no sólo cerró un ciclo, sino que reforzó un mensaje claro: la inclusión se construye con hechos. El TEL Josefa Palacios de Ribas sigue siendo un faro de inspiración, recordando que cuando se apuesta al talento humano, los resultados siempre florecen.
DANIEL MELLADO | elsiglo
MG