En el marco de una estrategia intergubernamental articulada entre el Ejecutivo municipal, regional y nacional, el municipio José Rafael Revenga, avanza con paso firme en la ejecución del «Plan Integral Pre Lluvias 2025», diseñado para mitigar riesgos ambientales y proteger a la población ante fenómenos climáticos.

La rectificación del cauce de la Quebrada Guayabal, una de las intervenciones más significativas del programa, ya muestra resultados tangibles en materia de prevención de inundaciones y gestión sostenible del agua.
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Trabajos técnicos con enfoque social
La quebrada Guayabal, históricamente vulnerable a desbordamientos durante la temporada de lluvias, ha sido objeto de una intervención técnica sin precedentes.
Con una inversión de gran envergadura, se realizaron obras de rectificación del cauce en un tramo de 1 kilómetro, acompañadas del levantamiento de taludes de contención, desazolve profundo y estabilización de riberas. Estas acciones, no sólo optimizan el drenaje, sino que incorporan materiales geosintéticos, para prevenir la erosión, garantizando durabilidad ante eventos extremos.
El alcalde de Revenga, Daniel Perdomo enfatizó durante una inspección en el lugar: «Esta obra es un ejemplo de cómo la política pública debe alinearse con las necesidades de la gente. No se trata solo de cemento y maquinaria, sino de proteger vidas, patrimonios y el futuro de nuestras comunidades». Añadió que el proyecto se enmarca en una iniciativa municipal que prioriza la adaptación al cambio climático mediante infraestructura inteligente y participación ciudadana.
Coordinación interinstitucional y corresponsabilidad

El proyecto contó con la asesoría técnica de Protección Civil regional y el Ministerio de Ecosocialismo, reforzando la sinergia entre niveles de gobierno. «La intervención incluyó estudios hidrológicos actualizados para dimensionar caudales críticos, lo que permite anticipar escenarios de lluvias intensas, comunes por el fenómeno de La Niña».
Además de la obra física, se implementó una campaña educativa en escuelas y comunidades aledañas para promover la corresponsabilidad.
«Instalamos 15 puntos ecológicos para disposición de residuos y realizamos talleres sobre cultura preventiva. La basura en cauces sigue siendo un desafío, pero avanzamos en conciencia colectiva», explicó el Burgomaestre.
Impacto comunitario y proyecciones
Los residentes de Guayabal, como Carmen Rojas, vecina de 58 años, reconocen el avance: «Antes, cualquier aguacero nos tenía en vilo. Ahora vemos un trabajo serio, aunque esperamos que mantengan el mantenimiento». La obra beneficia directamente a por lo menos 2.300 familias.
El Plan Pre Lluvias incluye, además, la intervención de otras quebradas en Revenga, con una meta de 100% de cobertura. Para ello, se ha conformado una mesa técnica con representantes de comunidades, asegurando que las soluciones respondan a diagnósticos participativos.
Un modelo replicable de gobernanza ambiental
Este proyecto trasciende lo local, se ha convertido en un referente para otros municipios en materia de gestión hídrica preventiva.
Mientras las lluvias se aproximan, Revenga envía un mensaje claro, la inversión en infraestructura resiliente y la gobernanza colaborativa son pilares para transformar realidades. La Quebrada Guayabal ya no es un símbolo de riesgo, sino de cómo las políticas públicas bien diseñadas construyen territorios más seguros y dignos.
DANIEL MELLADO | elsiglo
MG