Una experiencia desafortunada fue la que marcó el inicio de una iniciativa a favor de las Zarigüeyas, mejor conocidas como «rabipelados», en el estado Aragua.

Oriana Martínez, vicepresidenta de la Fundación Ecoembajadores, sensibilizada en materia ambiental desde que era una niña, un día tuvo un encuentro que marcaría su vida.
«Tuve un encuentro con un rabipelado que estaba malherido y decidí auxiliarlo, pero luego de todo este esfuerzo, mis vecinos se deshicieron de él y eso lo llevo tatuado en mi corazón y en mi piel», dijo la joven al mostrar el tatuaje de su pequeño amigo con sus patatitas dobladas, ya que había quedado paralítico del primer atentado.
«Luego de eso tuve la necesidad de trabajar para que las personas reconozcan su rol tan importante dentro del ecosistema, para quitar el estigma de que son malos, que son plagas, cuando realmente son unos aliados incomprendidos», explicó Martínez.
En el marco de esta campaña, el Centro Nacional de Conservación de Recursos Genéticos invitó a la Fundación Ecoembajadores, para llevar sus talleres educativos a estos espacios, con la finalidad de sembrar conciencia en la comunidad de El Limón, la cual es adyacente al Parque Nacional Henri Pittier.
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«Sin embargo, estaremos visitando colegios, comunidades y todas las instituciones que nos abran las puertas», precisó la ecoembajadora.

En este orden de ideas, Martínez explicó los beneficios que apoyan estos animales al eco y a la humanidad: «Son controladores de plagas porque tienen una dieta omnívora y entre esos alimentos que ellos comen están las serpientes, los ratones, las cucarachas, insectos como las arañas viuda negra, las garrapatas. También son dispensadores de semillas. Ellos fueron esenciales en la creación de suero antiofidico, ya que tienen una proteína que los hace resistentes a los venenos; ellos pueden sobrevivir hasta 80 mordeduras de serpientes».
Durante estos talleres, la Fundación cuenta con un libro interactivo que permite que los niños se sientan más interesados en conocer el Parque Nacional Henri Pittier y toda su biodiversidad.
«A las personas que dicen que los rabipelados son feos les digo: la belleza es relativa, está en los ojos de quien lo ve. Pero por una excusa basada en la estética no debemos acabar con estos animales», finalizó la joven.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO
GM