El Liverpool, el mejor equipo de la temporada hasta el momento, fue derrocado por el conjunto de Luis Enrique, un Paris Saint Germain (PSG) que fue mejor en el global de la eliminatoria. Les Parisiens lograron el pase a cuartos de final en la tanda de penaltis.

Cinco años después de la eliminación contra el Atlético de Madrid en esta misma ronda y en la víspera de una pandemia, el Liverpool jugó un partido con muchas reminiscencias. Tuvieron ocasiones más que de sobra para pasar e incluso golear, pero fue el PSG el que jugó un partido más inteligente. El conjunto francés supo sufrir, como el Liverpool en la ida, y se llevó el pase a cuartos de final en una tanda perfecta, donde se medirá al Aston Villa o al Brujas.
Luis Enrique, que construyó un equipazo, secó a Arne Slot con un centro del campo superior con Vitinha y sobre todo un excepcional Joao Neves. Además frenó a Mohamed Salah con el incombustible Mendes.
Y si a eso se le suma que Ousmane Dembelé quitó toda la presión cuando en el minuto 12 remachó con ayuda de Ibrahima Konaté el 0-1. Parecía que por fin al PSG se le devolvía la fortuna robada en el Parque de los Príncipes hace una semana.
El tanto de Dembelé echó por tierra el lógico inicio aplastante de los locales, que se arrepentirán de las dos ocasiones desperdiciadas por Salah en los primeros 10 minutos. Primero, un blocaje de Mendes a puerta vacía y después un disparo liberado desde el punto de penalti que no colocó en la red.
Con el 0-1 ya plasmado en Anfield, el PSG tuvo no uno, sino dos mano a mano, uno errado por Barcola y otro por Dembelé, además de un disparo de Kvaratskhelia que rozó la escuadra.
Fueron minutos para que el PSG devastara al Liverpool y, por qué no, soñar con una goleada histórica, pero la mala puntería volvió a aflorar. Permitió a los de Slot recomponerse y comenzar a perseguir la portería de Donnarumma.
Oda al fútbol
A los Reds les anularon un tanto por fuera de juego de Luis Díaz, Pacho blocó un remate de Szoboszlai que iba a gol y Quansah se estrelló con la madera en una falta lateral. Además, Trent Alexander-Arnold se tuvo que ir del campo con una preocupante lesión de rodilla.
Para el espectador neutral, esto era una oda al fútbol, con dos equipos que pasaban del ataque a la defensa en segundos. Además intercambiaban las fases de dominio en función de quién estuviera más cansado. La segunda parte fue del Liverpool, la prórroga, del PSG.
La decepción se tornó en alegría en una tanda de penaltis casi perfecta. Para los franceses marcaron todos y en el Liverpool fallaron Darwin y Curtis Jones. Eso condenó al Liverpool a una eliminación mucho más temprana de lo que hubieran pensado. Ahora el PSG se transforma en favorito y en cuartos de final se enfrentará al ganador del duelo entre Aston Villa y Brujas.
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elsiglo con información de El Nacional
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