Pobladores exigen solución a desborde de aguas servidas en Av. Bicentenaria

Habitantes del municipio Ribas en el eje Este del estado Aragua, han elevado su voz de protesta por el desborde de aguas servidas que contamina la entrada de la avenida Bicentenaria en La Victoria, y se extiende hacia la Zona Industrial de La Mora II.


La situación lleva semanas sin atención efectiva, genera malos olores, riesgo sanitario y molestias para conductores, peatones y trabajadores de la zona.


Desde finales del mes de marzo, este bote de aguas residuales proveniente presuntamente de varias tuberías colapsadas, inunda el acceso principal de la avenida, creando charcos estancados que se filtran hacia las calles aledañas.


Ante este acontecimiento, los vecinos denunciaron que esas aguas llegan hasta los estacionamientos de empresas en La Mora II, donde empleados deben sortear el fango y los desechos para ingresar a su lugar de trabajo.


«Es insoportable, el olor es nauseabundo y tememos que esto cause enfermedades, pues aquí hay muchas personas alérgicas o que sufrimos de los pulmones y realmente el hedor es penetrante», expresó María Graterol, quien labora en una empresa cercana.


Asimismo, se conoció en el sitio que autoridades locales han reconocido el problema, pero hasta ahora sólo han realizado limpiezas superficiales sin reparar la tubería afectada.


«Hemos hecho múltiples denuncias ante Hidrocentro y la Alcaldía, pero no hay avances. Esto no es sólo un tema de incomodidad, es un riesgo para la salud pública», afirmó Leonardo Rosas, trabajador de uno de los galpones.


El derrame también ha impactado a pequeños establecimientos de la zona, cuyos clientes evitan transitar por el área. Además, denunciaron que el agua estancada atrae insectos y roedores, empeorando las condiciones sanitarias.


La comunidad exige una solución definitiva, la reparación de la red de aguas servidas y un plan de mantenimiento preventivo. Mientras tanto, colectivos ambientalistas advierten que la contaminación podría extenderse. Siendo así, que La Mora II, clave para la economía local, enfrenta un desafío que amenaza tanto la productividad como el bienestar de sus trabajadores.

DANIEL MELLADO | elsiglo

GM