Bajo un cielo despejado y el palpitar característico de la plaza Ribas, la mañana de este sábado se vivió una fiesta del color, la forma y la expresión colectiva.
«La Victoria se viste de Arte», la muestra pública organizada por la gran colectiva de artistas plásticos victorianos con el respaldo de la Alcaldía de Ribas, convirtió el corazón del municipio en un dinámico museo urbano, donde la creación artística dialogó directamente con la comunidad.
Más allá de una exposición tradicional, el evento fue un manifiesto cultural vivo, donde decenas de creadores desplegaron sus obras en óleo, acrílico, escultura, arte digital y técnicas mixtas, mientras compartían en tiempo real sus procesos creativos.
Los espectadores, durante la actividad no sólo observaron piezas terminadas, sino que presenciaron el nacimiento del arte en talleres espontáneos, donde niños, jóvenes y adultos experimentaron con pinceles, arcilla y materiales reciclados, guiados por los maestros locales.
Belkis Duque, representante de la Casa de la Cultura Alsacia Álvarez, enfatizó el «valor pedagógico y generacional» de la iniciativa. «Esta es una celebración del talento victoriano que rompe los muros de las galerías. Aquí el arte respira, se comparte y se multiplica. Cada taller improvisado es una semilla para futuros creadores, y cada conversación entre artista y público fortalece nuestra identidad cultural».
Asimismo, la también artista plástico reveló que esta jornada es el «Preludio vibrante» de la Gran Colectiva de Artistas Victorianos 2025, que reunirá a más de 50 creadores en el Teatro Ribas, la Galería Minerva y la Casa de la Cultura a partir del próximo mes.
Yolanda Ramón, artista de la entidad, destacó el evento como «un acto de resistencia cultural». «En tiempos digitales, poner el cuerpo, las manos y el alma en la plaza pública es marcar un hito. Estas obras no son objetos, sino memoria, son denuncia, son esperanza tejida con pigmentos. Fortalecen el orgullo local y demuestran que el arte es el latido más auténtico de La Victoria».
La actividad, enmarcada en las políticas culturales impulsadas por el Ejecutivo Municipal, evidenció como el espacio público se transforma en aula, escenario y santuario creativo. Familias completas, turistas y estudiantes se sumergieron en un recorrido sensorial, donde convivieron tradiciones ancestrales con vanguardias experimentales, reflejando la diversidad del ecosistema artístico municipal.
En resumidas cuentas, con esta actividad se reafirma que el arte es eje fundamental para la construcción de la ciudadanía activa y memoria colectiva. La plaza, testigo de este renacimiento cultural, dejó de ser un simple lugar de paso para convertirse en un símbolo de como la belleza y la creatividad son pilares irrenunciables del desarrollo humano.
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LG