Plaza de La Candelaria necesita limpieza y mantenimiento

En abandono se encuentra la plaza de La Candelaria, en el municipio Mario Briceño Iragorry. Vecinos de la zona han denunciado que este espacio está lleno de maleza y basura, lo que representa un riesgo para la salud de los habitantes y un deterioro del lugar. La situación, según los residentes, es consecuencia de la falta de un plan de limpieza por parte de las autoridades municipales.

Los vecinos y vendedores que hacen vida en la plaza han tenido que tomar la iniciativa de limpiar por su cuenta para mantener sus espacios de trabajo. Eglée Pérez, una vendedora del lugar expresó, «nosotros mismos limpiamos este espacio donde trabajamos y tratamos de mantenerlo limpiecito, sin embargo, el resto de la plaza se ve bastante feita».

La maleza ha crecido sin control en la plaza, lo que ha generado un ambiente de proliferación de insectos. Ana Cardozo, otra residente de la zona, manifestó su preocupación. «La maleza genera un foco de zancudos y otros insectos que afecta directamente en nuestra vida cotidiana». La situación se ha vuelto tan crítica que la comunidad teme por su salud, especialmente en un momento en que enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, representan una amenaza.

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Las constantes lluvias agravan el problema, ya que el monte crece aún más rápido, haciendo que los esfuerzos de los vecinos por mantener su espacio limpio sean en vano. El agua acumulada en la maleza se convierte en un criadero ideal para los zancudos, incrementando el riesgo de enfermedades. «Esperamos que vengan a realizar una limpieza, porque los zancudos se proliferan aún más», clama Cardozo.

Los vecinos aseguran que las cuadrillas de limpieza se han acercado en muy pocas ocasiones a limpiar el espacio, lo que ha generado descontento en la comunidad.

Los vecinos hacen un llamado urgente a la Alcaldía de Mario Briceño Iragorry para que tome cartas en el asunto y solucione el problema de la plaza. La recuperación de este espacio es crucial para garantizar la salud y el bienestar de los habitantes, y para devolverle a La Candelaria un lugar de sano esparcimiento.

FABIOLA RODRÍGUEZ | elsiglo

MG