Parque Generalísimo Francisco de Miranda es protagonista del adiós a las vacaciones

En víspera del cierre del período vacacional, numerosas familias de la capital han optado por despedir las vacaciones escolares disfrutando de los espacios públicos de Caracas, uno de ellos el Parque Generalísimo Francisco de Miranda.


Plazas y parques se han convertido en el lugar predilecto de encuentro, diversión y esparcimiento, representando una alternativa accesible en medio de la situación económica que atraviesan muchos hogares.
Entre los espacios más visitados destaca el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, conocido popularmente como Parque del Este, donde durante este fin de semana se observó gran afluencia de padres, representantes y niños que aprovecharon cada una de sus áreas recreativas.
Este pulmón vegetal de la ciudad continúa siendo una de las principales referencias de la capital, no sólo por su extensión y facilidad de acceso, sino también por la diversidad de atracciones que ofrece. Desde amplias zonas verdes para compartir en familia hasta espacios acuáticos y un zoológico interno, el parque brinda alternativas para todas las edades.

DIVERSIÓN EN EL PARQUE

En tiempos en los que la planificación de viajes resulta cuesta arriba por motivos económicos, las áreas verdes de la capital se presentan como un espacio para la sana convivencia y el disfrute al aire libre, además del ahorro familiar.
Yormari González, de Petare, expresó que visitar el Parque Francisco de Miranda es una forma ideal de compartir con su familia durante las vacaciones.


«Para despejarnos, es lindo, uno se despeja aquí con los animales, el ambiente, la naturaleza. Es una alternativa para estas vacaciones porque todo es tranquilo, hay gastronomía muy buena y además juegos para los niños», comentó.
En su opinión, este espacio no sólo representa una alternativa económica, sino también un refugio frente al ritmo agitado de la ciudad. «Gracias a que podemos venir acá, disfrutamos de un ambiente distinto, relajado y familiar, sin tener que gastar tanto. Eso es lo que buscamos en estos tiempos», añadió González.
Por su parte, Carmen Villán, quien viajó desde Santa Teresa del Tuy, también decidió cerrar las vacaciones escolares de sus hijos con una tarde en el Parque del Este.
«Hoy decidimos venir una tarde con los niños que están de vacaciones y que ya en los próximos días comienzan las clases. Desde pequeña me gustaba mucho el parque, lo recuerdo como un lugar bonito, y ahora lo sigo viendo igual», relató.
Villán subrayó que más allá de lo económico, la visita al parque le permitió compartir con su familia en un espacio lleno de recuerdos y tradición. «Para mí es un sitio que siempre ha tenido un encanto especial. Volver aquí me da la oportunidad de enseñarle a mis hijos el mismo lugar que yo disfruté cuando era niña», agregó.
Por otro lado, Lisa Lijari, habitante de los Valles del Tuy, compartió su experiencia al visitar el lugar junto a sus nietos. «Decidí venir para pasar un rato de distracción con ellos. Aunque noté un poco decaída las instalaciones y bastante monte, entiendo que ha sido por las lluvias recientes. Aún así sigue siendo un espacio de recreación muy relajante», comentó.
A su juicio, el parque continúa cumpliendo con su propósito de brindar un lugar de esparcimiento para todas las edades. «Lo importante es que uno se puede desconectar un rato, disfrutar de la naturaleza y ver a los niños jugar en un sitio seguro y accesible. Eso es lo que más valoro de venir hasta aquí», puntualizó.

VENTAS MARCHAN LENTAS

Los comerciantes que hacen vida dentro del Parque Generalísimo Francisco de Miranda, uno de los espacios recreativos más concurridos de la ciudad capital, afirman que la situación comercial en las instalaciones atraviesa un momento lento y preocupante, fenómeno que atribuyen directamente a la inestabilidad del dólar, lo que afecta de manera directa sus ingresos.
Según relataron, cada vez más familias optan por llevar sus alimentos y bebidas desde casa, evitando realizar compras dentro del parque. Esta práctica, que antes era más esporádica, hoy se ha convertido en un hábito común debido al alza de precios que genera la variación constante de la divisa.
Marisol Pérez, comerciante con más de cinco años en el lugar, señaló que las ventas han bajado de manera notoria en comparación con años anteriores.
«Muy baja, comparado al año pasado. Yo para esta fecha tenía 300 dólares, ahorita no tengo ni uno», dijo con preocupación.
Asegura que el impacto de la fluctuación del dólar es determinante en la caída de la demanda.
«Desde que empezó a subir de nuevo, la gente dejó de comprar. Mientras estuvo en 120 había movimiento, pero después que empezó a subir todos los días, bajó demasiado y el dólar prácticamente desapareció», agregó.
La comerciante también destacó que incluso la presencia de visitantes se ha reducido, lo que empeora la situación. «Los usuarios también bajaron. Los días que más se mueve son sábado y domingo, pero como puedes ver, mira, hoy es sábado y estamos enconchaos», expresó.
Este panorama se repite en distintos puntos del parque, donde vendedores de alimentos, bebidas y recuerdos han visto disminuir sus ingresos de manera alarmante.

OASIS DE ESPARCIMIENTO EN LA CAPITAL

Visitantes del Área Metropolitana de Caracas, así como turistas de distintas regiones del país y del extranjero, han disfrutado del privilegio de recorrer y vivir una experiencia de sano esparcimiento en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, una de las joyas naturales y recreativas más emblemáticas de la ciudad capital.
El parque, administrado por el Instituto Nacional de Parques (Inparques), constituye no sólo un espacio para el entretenimiento familiar, sino también un pulmón verde que contribuye al equilibrio ambiental de Caracas. Desde su inauguración ha sido referencia para propios y foráneos que buscan contacto con la naturaleza sin salir del área urbana.


Ubicado estratégicamente a la salida de la estación Miranda de la Línea 1 del Metro de Caracas, este espacio recreativo fue inaugurado el 20 de enero de 1961 por el entonces presidente Rómulo Betancourt. Su diseño urbanístico y paisajístico fue obra del reconocido arquitecto brasileño Roberto Burle Marx, en colaboración con el botánico venezolano Leandro Aristiguieta, lo que le otorga un valor histórico y cultural adicional.
Con el paso de los años, el parque ha recibido importantes adecuaciones. Fue en 2006 cuando por decreto del entonces presidente Hugo Chávez, recibió el nombre de Parque Generalísimo Francisco de Miranda, en honor al prócer de la independencia suramericana, con motivo del bicentenario de la expedición libertaria mirandina.

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Uno de sus mayores atractivos es el Buque Leander, réplica del navío con el que Miranda intentó emprender la gesta independentista. En su interior, los visitantes pueden conocer objetos y relatos históricos que evocan aquel episodio clave de la historia venezolana, convirtiendo la visita en una experiencia educativa, además de recreativa.
El parque ofrece a sus usuarios extensas áreas verdes para caminatas, juegos al aire libre, zonas deportivas, lagunas artificiales y un zoológico interno que fomenta la conciencia ambiental y el cuidado de las especies. Estas instalaciones lo convierten en un punto de encuentro para familias, deportistas, estudiantes y turistas.

HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo