Este domingo, Día del Padre, no solo fue una jornada de celebración, sino también representó un emotivo momento de recuerdo y tributo, por lo que numerosas familias aragüeñas se congregaron en los distintos camposantos de la entidad para honrar la memoria de los padres que ya no se encuentran en este plano terrenal, en un acto cargado de amor y profundo cariño.

Desde muy temprano, los cementerios recibieron a una marea de deudos que, con flores, oraciones y hasta música, se acercaron a las tumbas de sus seres queridos, para brindar respeto y admiración a sus familiares fallecidos.
El Cementerio Metropolitano de Maracay, en particular, lució notablemente concurrido, convirtiéndose en un punto de encuentro para el recuerdo y la reflexión.

José Corredor, visitante, indicó que para estas fechas especiales acude al cementerio a visitar a sus familiares fallecidos, recordándolos con mucha alegría y resignación.
«Hoy es una fecha especial por eso vine a visitar la tumba de mi papá y de mi abuelo. Es duro no tenerlos cerca pero se que mientras los recordemos y recordemos todo lo bueno de ellos, vivirán siempre en nuestros corazones», dijo.
En cuanto a las instalaciones del camposanto, destacó que ha observado mejoras, por lo que felicitó a la administración del recinto, esperando que sigan ejerciendo su labor como hasta ahora.
«Hay más seguridad, está más limpio. Eso dice mucho, anteriormente uno no podía venir, daba miedo, pero hoy en día eso cambió. Ya se puede venir al cementerio con tranquilidad, yo siempre vengo y eso es reconfortante», acotó.

Por su parte, Josefina Figueroa, quien se encontraba limpiando junto a sus hijos la tumba de su esposo, recordó con mucho cariño las anécdotas y momentos vividos durante muchos años juntos.
«Lo recuerdo feliz, disfrutando mucho de la vida y dándonos amor. Es duro pasar por esto, pero hay que seguir adelante. La vida sigue, pero nunca olvidaremos lo buena persona que fue y lo feliz que nos hizo», aseveró.
Por otro lado, Maritza Cabaña, habló sobre la importancia de la fecha, reflexionando sobre los padres y su importancia en la sociedad.
«Padre solo hay uno. Y cuando ya no están las cosas cambian. Yo vine a visitar a mi papá, murió hace poco, este es el primer Día del Padre que estoy sin él y es muy duro. Pero nos reconforta venir al cementerio y visitar su tumba, eso nos da un poco de fuerza porque sabemos que está ahí y nos escucha», relató con lágrimas en los ojos.


La jornada en el Metropolitano no solo se limitó a las visitas. La administración del camposanto organizó diversas actividades para amenizar y dignificar la estadía de los deudos.
Una misa solemne ofreció un espacio para la reflexión espiritual y el consuelo, mientras que la música en vivo añadió un toque de serenidad y esperanza al ambiente, permitiendo a las familias recordar a sus padres en un entorno de paz.
Entre lágrimas y sonrisas, los visitantes compartieron anécdotas y recuerdos de sus padres, manteniendo viva su esencia. Este Día del Padre se convirtió así en una conmovedora muestra de que el amor por quienes ya partieron trasciende el tiempo y la ausencia física, reafirmando el lazo imborrable que une a hijos y padres por siempre.
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HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
LG