Un accidente automovilístico que involucró a un vehículo de transporte público en la Troncal 11, en el tramo conocido popularmente como la vía Valencia-Bejuma en el estado Carabobo, dejó un resultado ocho personas con lesiones leves y daños materiales en la unidad de pasajeros en la mañana de este sábado.

Según la versión de los testigos del suceso, el siniestro, ocurrido aproximadamente a las 6:00 de la mañana, ha puesto de nuevo en relieve la importancia de la prudencia al volante y el respeto a las normas de Tránsito.
?El hecho vial, de acuerdo a las autoridades, tuvo lugar en el kilómetro 99, dentro del municipio Libertador, cuando la unidad colectiva que cubría la ruta entre Barquisimeto y Caracas con 28 pasajeros a bordo, impactó por motivos aún desconocidos, contra un objeto fijo antes de salirse de la vía y volcar de lado.
Ante el evento registrado este sábado, las distintas comisiones de los organismos de seguridad se trasladaron de inmediato al lugar para atender la emergencia y activar los protocolos para el traslado de los heridos a los centros asistenciales más cercanos.
Afortunadamente las ocho personas heridas sufrieron lesiones de carácter leve, mientras que el resto de los ocupantes se vieron afectados por la tensión y el susto propio de este tipo de eventos, informó Jacobo Vidarte, experto en materia de investigación de accidentes viales y rescatista.
Muchos de los presentes clamaron lo siguiente: «Gracias a Dios estamos vivos» y otros agregaron: «Volvimos a nacer». A pesar del incidente, todos ellos recibieron atención prehospitalaria.
Este lamentable hecho sirve como un recordatorio sombrío de los riesgos inherentes en las carreteras y autopistas del país. El respeto a las señales de Tránsito, los límites de velocidad y las regulaciones viales no son meras sugerencias, sino reglas diseñadas para salvar vidas. Cada señal, cada línea pintada en el asfalto, y cada norma, tienen un propósito: guiar a los conductores y garantizar que todos lleguen a sus destinos de forma segura.
El llamado a la acción es claro y urgente: respetar las señales de Tránsito Terrestre es un acto de responsabilidad colectiva. Conducir no es sólo una habilidad, es una responsabilidad.
Amigo conductor, usted que anda por esas carreteras y autopistas, al ignorar las normas de Tránsito no sólo ponemos en riesgo su propia integridad, sino también la de cada persona que comparte el camino contigo.
Es momento de tomar conciencia de que la prudencia y el respeto al volante son las mejores herramientas para prevenir tragedias y construir una cultura vial más segura para todos. Un consejo a tiempo no cae mal.
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LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
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