Hasta París llegaron las geometrías de Dagoberto Becerrit, un artista plástico venezolano que fue protagonista en el reciente salón «Grand Palais», una exposición que incluyó propuestas de 15 artistas mundiales.

Esta fue la tercera ocasión en la cual el arte de Becerrit estuvo presente en este encuentro artístico internacional, en el que sus esculturas geométricas fueron apreciadas por los grandes conocedores de la tendencia global.
Y en entrevista exclusiva para elsiglo, Becerrit manifestó sentirse honrado de que un artista plástico venezolano haya sido llamado tres veces consecutivas para que sus obras sean exhibidas en una de las cuatro áreas de este emblemático espacio artístico de la «ciudad romántica» del mundo: «El Comparaisons»; lo que ratifica su internacionalización.



«Ese salón solo lo conformamos artistas que nos atraen las figuras geométricas», explicó Becerrit, un aspecto mágicamente evidente en sus esculturas, que formas figuras que levitan, sin que las líneas sucumban a las ondulaciones.
Nos hizo viajar en el tiempo y nos relató cuando conoció en la embajada de Francia en Caracas al ya fallecido Octavio Herrera, en la exposición titulada «Tres siglos de arte», y fue desde entonces que comenzó a gestarse su internacionalización, ya que mostró su expresión artística ante personas que sin saberlo, le abrirían las puertas de nuevos espacios. Fue clave el hecho de que sus obras son inéditas, y para que el arte sea aceptado en Europa debe tener un valor intrínseco único en su propuesta, en ese sentido, las esculturas de Becerrit cumplen con el requisito ya que hablaron por sí solas desde su belleza geométrica y color.
Nos adelantó que próximamente estará en otras exposiciones y se embarcará en nuevos proyectos que lo trasladarán a otros países, pero que definitivamente sus obras llegaron a París para quedarse. En concreto, actualmente se encuentra canalizando la realización de un taller en la capital francesa, para que el proceso de ejecución de cada una de las obras sea más expedito y no tenerlas que trasladar hasta Francia.



Otro logro de una carrera internacional que apenas comienza es que será parte de exposiciones en las cuales las subastas tienen un peso determinado, lo que implica que sus obras comenzarían a formar parte de colecciones geométricas especialmente europeas.
Un autodidacta
Es importante resaltar que Dagoberto Becerrit tiene una formación autodidacta; y además de poseer una creatividad brillante y exquisita, tiene la facilidad de que sus creaciones cobran vida en los espacios que las acojan.
Sus esculturas se reconocen fácilmente por sus pequeñas ventanas, creadas especialmente para que la atmósfera que la rodea (especialmente la luz natural o artificial) interactúe con ellas y transformen la pieza ante la mirada del espectador, o con el simple transcurrir de los elementos y el tiempo.



«Cada cuadrito representa una ventana de transformación geométrica. El estudio de la obra está fundamentado en cómo la luz del Sol varía durante las horas del día, generando diferentes figuras geométricas y dándole distintas intensidades al color ya existente de la obra», dijo Becerrit.
Por último, es imperativo dar a conocer que en su infancia llegó al arte gracias a su padre, quien fue el fundador del Ateneo de Margarita y uno de los principales promotores de las artes plásticas y la cultura en general del estado Nueva Esparta.
Gracias a esa oportunidad, a este contacto temprano y familiar con el arte y los círculos creativos margariteños, este escultor logró codearse con grandes maestros del arte venezolano como Carlos Cruz-Diez, quien se convirtió de manera tácita una referencia importante para el desarrollo de su estilo.
Para finalizar, Dagoberto Becerrit destacó que nunca imaginó que el mundo del arte sería su estilo de vida, y más allá de su natal isla, ahora sus esculturas geométricas comienzan a poblar espacios internacionales, generando admiración por un artista venezolano que da sus primeros pasos hacia grandes metas mundiales.
BETHLILIANI SULBARÁN | elsiglo