Grave escalada de violencia en Colombia se acrecienta

Colombia enfrenta una grave escalada de violencia con una serie de atentados terroristas ocurridos en distintas zonas del país durante los primeros días de junio de 2025.

Un nuevo atentado ocurrido este jueves sacudió el municipio Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca, en Colombia. En total, se han registrado al menos 24 ataques, principalmente en los departamentos de Cauca, Valle del Cauca y Antioquia, con un saldo de ocho muertos y más de 60 heridos, entre civiles y miembros de la fuerza pública, según reportes oficiales.

Estos ataques han sido atribuidos a disidencias de las FARC, especialmente al grupo Estado Mayor Central, liderado por alias Iván Mordisco, que rechaza los acuerdos de paz y mantiene control sobre territorios estratégicos para el narcotráfico. La ofensiva coincide con el aniversario de la muerte de alias Jacobo Arenas, un símbolo histórico para estas facciones, lo que sugiere un componente simbólico en la violencia, según El Observador y BBC News Mundo.

El modus operandi incluyó carros bomba, motocicletas bomba, ataques con francotiradores, lanzamiento de artefactos explosivos y el uso de drones, con objetivos como estaciones de policía, peajes y edificios municipales. Estas acciones han generado temor y afectado la seguridad ciudadana en varias regiones del suroccidente colombiano, reporta Le Monde y Al Jazeera.

Jornada violenta en el suroccidente de Colombia

El 10 de junio fue la jornada más crítica, con 24 atentados coordinados en Cauca y Valle del Cauca. En Cali, la tercera ciudad más grande, hubo al menos tres explosiones cerca de estaciones policiales, que dejaron dos civiles muertos y varios heridos. En Caloto, Cauca, un patrullero fue asesinado por un francotirador, mientras que otro policía murió en Villa Rica por la detonación de un artefacto explosivo.

En Jamundí, un carro bomba explotó causando tres muertes, incluido el atacante. Otros municipios afectados fueron Buenos Aires, Morales, Timbiquí, Corinto, Patía y Toribío, todos en Cauca, además de Buenaventura y Palmira en Valle del Cauca, donde se desactivó un atentado con cilindros bomba, según la Policía Nacional y medios internacionales como CNN y Xinhua.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó estos ataques como una reacción desesperada de los grupos armados ilegales ante los golpes militares que han debilitado sus estructuras y economías ilícitas. El presidente Gustavo Petro anunció una contraofensiva para neutralizar a los responsables y reforzar la seguridad en las zonas afectadas, informó Infobae.

Atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay

En este contexto de violencia, el 7 de junio el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado en Bogotá. Un joven de 14 años le disparó durante un acto de campaña, hiriéndolo gravemente. Las autoridades investigan un posible vínculo entre este ataque y la ola de atentados en el suroccidente.

La Policía y el Ejército han intensificado las operaciones de inteligencia para capturar a los responsables de ambos hechos. Se ofrecen recompensas de hasta 300 millones de pesos por información que permita su captura. La Federación Nacional de Departamentos ha pedido respaldo urgente para la fuerza pública ante esta amenaza híbrida que combina insurgencia, crimen organizado y terrorismo, reporta BBC.

Líderes locales como el alcalde de Cali, Alejandro Eder, y la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, han solicitado al gobierno nacional medidas contundentes y la convocatoria de un Consejo Extraordinario de Seguridad para coordinar la respuesta ante la escalada terrorista, según declaraciones recogidas por CNN y El Observador.

Consecuencias sociales y desafíos para la paz

La oleada de atentados ha generado alarma y temor en las comunidades afectadas, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana y la estabilidad democrática. Estos hechos ocurren en un contexto político polarizado y tensionado, complicando los esfuerzos de paz y reconciliación en regiones históricamente golpeadas por el conflicto armado, advierte Le Monde.

Las autoridades hacen un llamado a la colaboración ciudadana para brindar información que permita judicializar a los responsables y evitar nuevos ataques. La ofensiva estatal busca restablecer el orden, pero la amenaza persiste y requiere un esfuerzo conjunto de todos los sectores para superarla.

En suma, junio de 2025 marca un punto crítico en la seguridad de Colombia, con atentados coordinados que evidencian la capacidad operativa de las disidencias de las FARC y la necesidad de una respuesta integral para proteger a la población y garantizar la paz.

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elsiglo con información de El Nacional

LG