FIEBRE DE CHATBOTS: Nuestros nuevos aliados virtuales

En el desarrollo de este seriado que apenas comienza, pero que consta de 28 ensayos periodísticos e investigativos, los chatbots han sido clave; desde el versátil Microsft Copilot, hasta el poderoso DeepSeek, estas herramientas fueron aliados para organizar el cúmulo de información y afinar marcos conceptuales.


Es una prueba de que los chatbots ya no solo responden; también organizan, ejecutan y deciden. En entornos laborales, herramientas como Chat GPT, Notion AI o los sistemas automatizados de plataformas como Slack y Trello están transformando la manera en que trabajamos. Redactan correos, resumen reuniones, sugieren ideas o agendan tareas. A nivel doméstico, asistentes como Alexa y Google Assistant, ya forman parte de las rutinas familiares, controlando luces, recordatorios o compras del supermercado.
Esta automatización no solo ahorra tiempo, sino que libera energía mental, para que las personas se enfoquen en tareas más complejas o creativas. Sin embargo, también genera nuevos interrogantes: ¿Qué pasa cuando delegamos tanto en estas herramientas que comenzamos a perder habilidades básicas? ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a ceder el control por la comodidad de la eficiencia?

DESDE EL ENTORNO TÉCNICO

Para complementar la mirada desde el marketing digital, el equipo de elsiglo sostuvo un encuentro con Abdías Rivas, Ingeniero en Sistemas, que trabaja de forma remota desde Venezuela para diversas empresas del sector comercial en América Latina. Desde su posición, ha sido testigo directo de cómo la Inteligencia Artificial, y en particular los chatbots, comienzan a integrarse a procesos claves, como la atención al cliente, la gestión de pedidos y la automatización de tareas operativas.
Desde tu experiencia en el área comercial, el experto explica que, pese a que aún existe cierto desconocimiento, ya las personas comienzan a preguntarse sobre estos avances que están dejando procesos atrás habituales.
«Todavía estamos en una etapa inicial, pero el interés va en aumento. Muchas empresas están comenzando a implementar chatbots, para resolver consultas frecuentes, agilizar procesos de compra o mantener la comunicación con sus clientes fuera del horario laboral. Si bien no todas cuentan con la infraestructura ideal, se están explorando soluciones accesibles y adaptadas a cada realidad».
Rivas señala que ahora mismo todos estos avances mantienen algunas fallas y las mismas hacen que los usuarios pierdan un poco el interés en conocer acerca de estos avances.
«El primero de los desafíos que tengo, en mi caso, sin duda, es la conectividad. En países como Venezuela las fallas en el servicio de internet pueden afectar directamente el funcionamiento de cualquier sistema automatizado. Otro desafío es el mantenimiento: un chatbot requiere actualizaciones frecuentes y supervisión constante, algo que no todas las empresas pueden garantizar. Además, es clave entrenarlo correctamente para evitar respuestas genéricas o inexactas que perjudiquen la experiencia del usuario».
Sin embargo, no todo es negativo, pues el conocedor menciona que son muchos los beneficios concretos que ha observado. «El impacto más visible está en el ahorro de tiempo y la eficiencia operativa. Un chatbot bien configurado puede atender cientos de consultas al día sin pausas, algo que una persona no podría hacer. Esto permite liberar al equipo humano para tareas más estratégicas o complejas. También mejora significativamente la experiencia del cliente, que recibe respuestas inmediatas, incluso fuera del horario habitual».
Abdías asevera que los chatbots ya no son una promesa de futuro, sino una realidad presente, que está transformando la forma en que viven, trabajan y se relacionan los usuarios. Su capacidad para automatizar procesos, optimizar tiempos y acercar servicios está abriendo nuevas posibilidades en sectores tan diversos como el comercio, la educación, la salud y la comunicación.
«Pero como toda revolución, ésta también trae desafíos. La brecha digital, la formación de profesionales capacitados, la protección de datos personales y la necesidad de una regulación ética clara son temas que deberán estar en el centro del debate si queremos que esta tecnología sea verdaderamente inclusiva y sostenible. Los chatbots hablan, responden, sugieren, pero lo más importante es que nos obligan a repensar cómo queremos interactuar con la tecnología y qué lugar queremos que ocupe en nuestras vidas. Recordemos que el verdadero cambio no está en la tecnología, sino en cómo aprendemos a pensar con ella», sentenció Abdías Rivas.

ALIADOS VIRTUALES

Más allá de abrir una aplicación y preguntar al experto virtual, «a cuántos kilómetros está la Luna de mi casa», el uso de estas tecnologías nos vincula de forma constante con conceptos y tecnologías, en la forma de términos e ideas que nos plantean una nueva realidad. Algunos de estos términos son:

  • Chatbot: Programa que simula una conversación con personas a través de texto o voz. Puede responder preguntas, ejecutar tareas o brindar asistencia automática.
  • Inteligencia Artificial (IA): Conjunto de tecnologías que permiten que una máquina «piense» o tome decisiones similares a las humanas. Incluye tareas como aprender, razonar, reconocer patrones o entender el lenguaje.
  • IA generativa: Tipo de inteligencia artificial capaz de crear contenido nuevo y original (como textos, imágenes o videos). Herramientas como Chat GPT o Notion AI pertenecen a esta categoría.
  • Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN o NLP): Tecnología que permite a las máquinas entender y generar lenguaje humano de manera fluida y coherente.
  • Machine Learning (Aprendizaje automático): Técnica que permite a los sistemas aprender automáticamente a partir de datos, sin ser programados de forma explícita para cada tarea.

LLEGARON PARA QUEDARSE

Según DeepSeek, chatbots como Duolingo ayudan a aprender idiomas, y universidades los integran para guiar a estudiantes en procesos administrativos.
Plataformas como Replika simulan conversaciones «empáticas», ofreciendo compañía virtual a personas solitarias, pero cuestionando la autenticidad de las conexiones emocionales.

También te puede interesar: REVOLUCIÓN DE CHATBOTS: La nueva voz de lo cotidiano

También existe el riesgo de desinformación, ya que los chatbots pueden propagar fake news o sesgos si se entrenan con datos no verificados, especialmente respuestas erróneas en temas científicos o históricos.
Cabe entonces preguntarnos, qué son las tecnologías de IA, a saber:

  1. Por capacidades:
  • IA estrecha (ANI): Especializada en una tarea (ej: chatbots, reconocimiento facial).
  • IA general (AGI): Hipotética, con habilidades humanas para aprender y razonar en múltiples contextos.
  • Superinteligencia (ASI): Teórica, superaría ampliamente la inteligencia humana.
  1. Por funcionalidad:
  • Máquinas reactivas: Sin memoria (ej: Deep Blue de IBM).
  • Memoria limitada: Usa datos pasados (Ej: vehículos autónomos).
  • Teoría de la mente: Futura, comprendería emociones e intenciones.
  • Autoconsciente: Hipotética, con conciencia y autopercepción.
    En resumidas cuentas y quizás, después de todo, tomando en cuenta lo mencionado por los expertos, la mayor lección sea que lo artificial puede ser parte de lo humano si aprendemos a convivir, cuestionar y crear a su lado.
  • Los chatbots, ya no son asistentes silenciosos, hoy marcan el ritmo de una nueva forma de vivir, trabajar y decidir. Están en las oficinas, en los hogares, en nuestros teléfonos y pensamientos. Nos ayudan, nos entienden, nos responden. Pero sobre todo, nos interpelan.
    Porque detrás de cada mensaje automático, hay una transformación profunda, el ser humano está aprendiendo a pensar junto a las máquinas. A delegar lo mecánico, para reconectar con lo esencial, a automatizar procesos, sin automatizar emociones.
    Finalmente, en esa convivencia, no todo está resuelto, faltan regulaciones, faltan garantías. Pero también, en medio de esta «fiebre de chatbots», hay más preguntas que nunca, que deben ser respondidas por el humano: ¿Qué tipo de IA queremos construir? ¿Qué valores decidimos integrar? ¿Qué lugar le damos a la intuición, a la ética, a lo humano?
    No se trata de un reemplazo, sino de una alianza. Una conversación que recién empieza, pero que ya cambió nuestra rutina para siempre.

DANIEL MELLADO | elsiglo