La fe de un pueblo clama por la canonización de la Madre María

Durante este miércoles, el Santuario de la Madre María de San José, ubicado en la avenida Bolívar de Maracay, fue escenario de una celebración especial en conmemoración del 30º aniversario de la beatificación de primera beata venezolana.

Alta participación en las actividades religiosas.

La misa solemne, presidida por monseñor Alberto Ortega Martín, nuncio Apostólico de Venezuela, y monseñor Enrique Parravano, obispo de Maracay, reunió a una numerosa feligresía aragüeña que se unió en oración y reflexión.

Durante la homilía, monseñor Ortega destacó la relevancia de la Madre María de San José como un modelo de fe y servicio. «Es una alegría participar en esta fiesta de la beata María de San José, precisamente en el 3º0 aniversario de su beatificación. Es una fiesta que nos recuerda que estamos todos llamados a vivir la santidad», afirmó.

Monseñor Alberto Ortega Martín, nuncio Apostólico de Venezuela.

El Nuncio también hizo mención del legado que deja el Papa Francisco, quien ha canonizado a los primeros santos venezolanos, el doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles. «Espero que a ellos les sigan otros muchos, por supuesto la beata María de San José», añadió.

Monseñor Ortega también resaltó las enseñanzas que se pueden extraer de la vida de la beata, destacando la fe y la devoción que se vive en cada rincón de la Ciudad Jardín.

Más declaraciones

«Cada uno de nosotros estamos llamados a vivir la santidad, que es una vida de caridad, amor al Señor y amor a los hermanos. Esto se ve muy claramente en la vida de la beata María de San José, ese amor profundo al Señor y a la Eucaristía, que se traducía en un amor a los demás, especialmente a los enfermos, huérfanos y ancianos».

La celebración no sólo fue un momento de recogimiento espiritual, sino también un llamado a la acción para construir un país mejor. «Un momento de fiesta y alegría para todos, porque viviendo así contribuimos al bien de la sociedad», afirmó.

Además, monseñor Ortega expresó su entusiasmo ante el inicio del Cónclave para elegir un nuevo Papa. «Nos unimos muchos en oración, con agradecimiento por la vida en el ministerio del Papa Francisco. Acompañamos a los cardenales que se dejen guiar por el Espíritu Santo para elegir al sucesor del Papa», dijo, esperanzado en que el nuevo líder espiritual continúe guiando a la Iglesia Católica en su misión.

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Un legado de amor y servicio al prójimo

Desde muy temprano, cientos de feligreses se congregaron a las afueras del Santuario para participar en las diversas actividades programadas para conmemorar tan importante fecha para los aragüeños.

Rosalba Bermúdez.

Rosalba Bermúdez, devota de la beata, expresó su entusiasmo en celebrar los 30 años de la beatificación de la Madre María de San José, instando a los feligreses a ser más empáticos y comprensivos en estos tiempos donde la situación es muy difícil.

«Hoy celebramos esta importante fecha. Muy alegres porque es algo grande, tener a una santa, aunque aún no está canonizada, pero esperamos que pronto lo esté. Mi mensaje es de unión, hay que dejar el egoísmo, ayudarnos unos con otros, así como lo hacía Laura Evangelista Cardozo», indicó.

Por su parte, Zaide Marín, visitante del municipio Sucre, señaló que la Madre María de San José es un ejemplo a seguir para muchas generaciones, debido a su bondad y amor a Dios.

Más declaraciones

Zaide Marín.

«Ella nos dejó un mensaje de amor. Sobre todo a Jesús sacramentado, ella era una persona que tenía mucho amor para dar y que hoy en día es un ejemplo para todos nosotros», declaró.

Por otro lado, Carmen Matos, quien tuvo el privilegio de conocer a la Madre María de San José, recordó el gran corazón y el inmenso amor que sentía la beata por su congregación y sobre todo por su institución.

«La recuerdo con mucho amor. Ella fue mi guía espiritual. Cuando yo estudié, que la conocí, ella era simplemente María Evangelista Cardozo, hoy en día es grande y está junto a Dios iluminando nuestro camino. Puedo decir que fue una mujer excepcional», enfatizó.

Carmen Matos.

A su vez, aprovechó la presencia de los medios de comunicación en el lugar para pedir a los encargados del santuario poner más amor a los espacios y no dejar que se sigan deteriorando con el tiempo.

«Se debe poner un poco más de amor al santuario. Sabemos que celebrar esta fecha es importante, pero debemos también unirnos para recuperar estos espacios tan importantes para la feligresía aragüeña», concluyó.

30 años de su beatificación

Hace 30 años, las banderas de Venezuela ondearon por primera vez en la plaza San Pedro en El Vaticano, marcando un hito histórico para el país. En ese entonces, por derecho canónico, las beatificaciones se llevaban a cabo en Roma, Italia, y no en el país de origen, como es la práctica actual.

Este acontecimiento fue especial, ya que fue la primera y única vez que la imagen de una venezolana figuró en los balcones de la emblemática Basílica. Se trató de la Madre María de San José, quien fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 7 de mayo de 1995.

Un momento significativo de esta ceremonia fue la recuperación instantánea e irreversible de la hermana Teresa Silva, quien había estado invalidada por años debido a una osteoporosis. Este milagro cumplió la profecía que Madre María de San José le había hecho en vida, reforzando su legado y espiritualidad.

En 1995 la plaza San Pedro recibió a la primera beata venezolana.

La ceremonia, que se transmitió a las 4:00 a.m. en Venezuela, ocupó los titulares de todos los periódicos y se convirtió en motivo de júbilo y gozo espiritual para el país. La beatificación no sólo fue un reconocimiento a la vida y obra de la Madre María de San José, sino también un símbolo de esperanza y fe para todos los venezolanos.

La causa de su canonización sigue avanzando

La hermana Graciela Molina, vicepostuladora de la Causa de Canonización de la beata Madre María de San José, ofreció recientemente declaraciones sobre el estado actual del proceso, transmitiendo un mensaje de esperanza y perseverancia. A pesar de los diversos desafíos enfrentados en los últimos años, la causa sigue avanzando, según afirmó la religiosa.

La hermana Molina recordó que hace algún tiempo, por petición del cardenal Baltazar Porras, se tomó la decisión de unificar la postulación de todas las causas de beatos venezolanos en la figura de la doctora Silvia Correales. Esta medida implicó un cambio de postuladores para la causa de la Madre María de San José, quienes hasta entonces pertenecían a la orden de los recoletos.

«Acatamos la decisión y cesamos en nuestro trabajo para dar paso a la doctora Correales, justo cuando comenzábamos a salir de la difícil situación de la pandemia», explicó la hermana Graciela.

Precisamente, la pandemia del Covid-19 representó un obstáculo significativo para el avance de la causa. Los médicos consultados en clínicas universitarias, tanto a nivel nacional como internacional, quienes debían emitir informes cruciales para el proceso, se vieron completamente abocados a la emergencia sanitaria global. «Esto naturalmente detuvo cualquier gestión que no estuviera relacionada con la urgencia que vivíamos», señaló la hermana.

Pandemia

Una vez superada la etapa más crítica de la pandemia, se retomó el trabajo con la doctora Silvia Correales. Sin embargo, la hermana Molina explicó que la postuladora ya tenía a su cargo las causas de otros dos beatos venezolanos, el doctor José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles.

El cuerpo incorrupto de la madre permanece en el templo.

«La doctora Correales aceptó llevar nuestra causa, pero nos indicó que se daría después de avanzar con las otras dos, que ya tenían un recorrido previo al de la Madre María de San José. Entendimos que en cierto modo estábamos en una ‘colita’ a nivel nacional», comentó.

No obstante, tras la reciente canonización de los beatos José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, la causa de la Madre María de San José ha experimentado un nuevo impulso.

«En este momento se está reimpulsando una vez más. Estamos trabajando nuevamente de lleno con el caso del presunto milagro que estamos estudiando, e incluso tenemos un segundo caso ‘bajo la manga'», reveló la hermana Gracelia.

Causas de los retrasos

La responsable de la causa detalló que los retrasos experimentados se debieron principalmente al cambio de postulador, la pandemia y la priorización de otras causas venezolanas que ya estaban más avanzadas, como la de San José Gregorio Hernández, cuya introducción en el Vaticano se realizó con carácter de urgencia. «Una vez que se ha logrado que esas causas avancen, la doctora Correales está ahora más abocada al trabajo de nuestra Madre María de San José», aseguró.

Finalmente, la hermana hizo un llamado a la oración. «La invitación en realidad es a orar, porque detenidas no están las consultas, las entrevistas, la recopilación de material y la consulta a expertos en la materia, en el caso concreto que estamos estudiando, así como el trabajo del equipo médico que tiene que dar informes. Realmente la causa nunca ha estado detenida, todo lo que hemos podido hacer para avanzar en ella lo hemos realizado. Ahora dependemos un poco de circunstancias externas, pero la invitación es a seguir orando. Yo creo que ahora sí ya es el tiempo de nuestra Madre. De hecho, estamos avanzando en esa causa, y la invitación es a orar para que Dios realmente coloque a las personas y a los médicos según su corazón para que evalúen ese caso con objetividad una vez que pueda llegar a Roma. Ese es el estatus actual de la causa».

HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo
Fotos | SOFÍA GÓMEZ (pasante)

MG