Habitantes de los municipios José Ángel Lamas y Libertador deben aguantar entre cinco a diez horas de cola para poder recargar sus cilindros de gas doméstico en la Planta de Llenado de GLP «Santa Cruz en Victoria», donde muchos se ven obligados a pagar plantones, ya que es la única forma que puedan contar con este esencial recurso para sus hogares.


Durante un recorrido a las afueras del llenadero que está al lado de la urbanización El Remanso del municipio Lamas, se observó decenas de vehículos e incluso mesas donde algunos ciudadanos emprendieron un negocio vendiendo caramelos, café, entre otros alimentos para ofrecerlo a cientos de aragüeños que acuden a estas instalaciones para recargar sus bombonas.
En este contexto, José Rafael Terán, habitante de Santa Cruz de Aragua, explicó que la planta de llenado de Aragua Gas ha trabajado de manera ininterrumpida durante los últimos meses, siendo provechoso para los usuarios locales y que vienen de otras localidades de la entidad.
«El sistema es muy sencillo, consiste en hacer su colita y estar pendiente al momento de pedir su cédula para entregarla, y tener su bombona también, porque si no la tienen no te van a despachar», mencionó.
El señor Terán acotó que el documento de identidad es usado por el personal de la planta de llenado para llevar un control interno de los clientes, y que de alguna manera garantiza la atención a las personas que esperan su turno.
El ciudadano comentó que el pasado mes de diciembre fue de mucha demanda para la región, donde el llenadero se vio saturado de usuarios buscando la manera de recargar sus bombonas de gas.
Sin embargo, Terán aseguró que la situación ha mejorado, donde las personas esperan pacientemente a las afueras del llenadero hasta que le toque su turno. «Está más controlada la cosa. Ya uno sabe, salen temprano. Ya no es como en diciembre que uno estaba hasta las 8:00 de la noche», dijo.

Terán aclaró que llegó a las 8:30 am y a las 10:30 am aún esperaba que recogieran su cédula, donde aclaró que el personal de Aragua Gas atiende hasta que haya personas en la cola.
«Atienden todos los días, hasta los sábados después del mediodía y si tienen gente igual la atienden», comentó.

Por su parte, Luis Felipe Arcia comentó que llegó a las 6:00 am para recargar su bombona de gas y salió a las 10:30 am del llenadero con su cilindro bien lleno, confirmando que a pesar de ser engorroso el proceso, es posible conseguir este recurso.
«Es engorroso porque no te dejan pasar rápido a las instalaciones, uno tiene que hacer la cola aquí en la caminería y estar llevando sol, eso es lo problemático», destacó.
Arcia mencionó que cada 21 días debe realizar esta tediosa diligencia, que para él al igual que todos es necesaria. «Es tedioso. Son 21 días que dura la bombona y si se acaba antes hay un mes para llenar la otra», añadió.
El usuario comentó que la atención del personal de Aragua Gas es buena, aunque considera que el tema de seguridad es un poco engorroso, donde en varias ocasiones toman en cuenta a las personas con una patología o discapacidad.
Vámonos a Santa Cruz a comprar gas
Y es que para algunos habitantes de Santa Cruz no es complicado llegar hasta la planta de llenado con sus bombonas para recargarlas, pero hay personas de otras localidades como Palo Negro, Santa Rita e incluso de Maracay vienen a esta jurisdicción con la esperanza de llenar sus cilindros.

Este es el caso de la señora Ana Bermúdez, residenciada en el sector Las Vegas del municipio Libertador, donde ella y muchos de sus vecinos van a Santa Cruz buscando este recurso que lamentablemente escasea en su localidad.
«Donde haya gas, porque sino hay aquí, hay que brincar hacia otro lado. Estamos así como la pelota, rebotando de un lado para otro para ver dónde se consigue», dijo.

Explicó que han recorrido los llenaderos de Coropo (municipio Linares Alcántara) y otros puntos del área metropolitana de Aragua, no encuentran para recargar el recurso, y se demoró al menos cuatro meses para buscar un lugar seguro donde sí pueda garantizar llenar su cilindro e irse con el full a su vivienda.
«Desde el 28-10-2024 que no compro gas, por no estar en este vaivén», aclaró.
Sin el recurso, Bermúdez optó por cocinar a leña sus comidas, y que ha complicado la cotidianidad de su familia. «Cuando hay niños pequeños imagínate, cuesta para calentar el tetero y el agua. Esto es rudo», comentó.
Bermúdez tenía esperando una hora realizando la cola, y se quedó con la esperanza de recargar sus cilindros y despreocuparse de comprar gas por lo menos durante un mes.
En cambio para María Mijares, quien también está residenciada en el municipio Libertador, mencionó que se cansó del engorroso procedimiento para recargar gas en la localidad, ya que muchas veces las personas no cumplen con el objetivo y dejan a las personas a la deriva.
«Hay personas que venden al privado, pero te las venden a 10 dólares al paralelo. Lo que son los CLAP y esos sitios te cobran en octubre y hasta la fecha no se la han entregado. A mí en lo particular después que yo la cancelé la misma gente me dijo que como yo no estaba en mi casa le dieron mi cupo a otra persona, después que yo lo había pagado», reveló.
Mijares por tal motivo decidió hacer la cola en el llenadero de Santa Cruz con su hija y su madre, quien ya es adulta mayor, pero que debe lidiar con otras dificultades para poder recargar los cilindros.
«Todos los que venden por aquí se aprovechan de que no hay más nada y te venden más caro», concluyó.
LINO HIDALGO | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
CJL