En medio del júbilo de su comunidad educativa y el reconocimiento de toda una ciudad, el liceo nacional José Félix Ribas celebra sus 150 años con una profunda rehabilitación de su infraestructura, una obra emblemática que conjuga esfuerzos del gobierno local, la empresa privada y exalumnos comprometidos con su alma mater.

La institución está ubicada en el corazón de La Victoria, estado Aragua, este centro educativo no sólo es uno de los más antiguos de Venezuela, el tercero, de hecho, sino también un pilar de la formación académica y ciudadana de la región. Hoy, a un siglo y medio de su fundación, renace con más fuerza que nunca.
Gracias a la articulación entre las autoridades del municipio José Félix Ribas, empresas privadas y la red de exalumnos, se está ejecutando una rehabilitación integral que abarca trabajos de pintura, modernización del sistema eléctrico, impermeabilización de techos, mejoras en la caminería, áreas verdes y reparaciones menores que embellecen este icono educativo.
«El liceo José Félix Ribas es un símbolo de nuestra historia y de nuestra identidad. Hoy estamos dando un paso firme hacia su preservación y modernización con una obra que es producto del trabajo colectivo», expresó el alcalde Juan Carlos Sánchez durante un recorrido por las instalaciones. «Esto no es sólo una inversión en infraestructura, es una inversión en el futuro de nuestros jóvenes», subrayó.

Los trabajos, que ya se encuentran en fase avanzados, han sido posible gracias a un modelo de cooperación intersectorial en el que convergen la gestión pública, el compromiso social empresarial y la participación activa de exalumnos, que motivados por el orgullo de pertenecer a esta institución, decidieron aportar su granito de arena.
Uno de ellos es Miguel Chaparro, exalumno destacado, quien ha sido parte del equipo articulador de apoyo desde el sector privado. «Este liceo nos formó y nos dio las herramientas para ser quienes somos. Hoy nos toca retribuir. Esta restauración es más que pintura y cables nuevos; es un homenaje a nuestros maestros, a nuestros compañeros y a todos los que pasaron por estos pasillos», expresó Chaparro, visiblemente emocionado. «Ver a tanta gente sumándose es una señal clara de que cuando hay voluntad, los sueños colectivos se hacen realidad».
La directora del plantel, profesora Dulmaris Blanco, se mostró agradecida por el respaldo recibido. «Este aniversario número 150 nos encuentra en un momento histórico. Es un regalo inmenso para toda la comunidad educativa. Nuestros estudiantes merecen espacios dignos y con esta rehabilitación estamos garantizando no sólo belleza, sino seguridad y funcionalidad», aseguró.

El proyecto ha sido cuidadosamente diseñado para preservar la esencia arquitectónica del liceo, respetando su valor patrimonial, al tiempo que se adapta a las exigencias modernas de una educación de calidad. Las mejoras incluyen también la optimización de los espacios administrativos y el reacondicionamiento de áreas comunes.
Pero más allá del cemento y la brocha, lo que destaca es la suma de voluntades. En palabras del alcalde Sánchez, este modelo de gestión compartida debe replicarse. «Aquí nadie trabaja solo. Esto lo estamos logrando gracias a la sinergia entre el sector público, los empresarios y la comunidad organizada. Este es el camino, unirnos para transformar», puntualizó.

Además del apoyo institucional, múltiples empresas han realizado donaciones de materiales, herramientas y mano de obra especializada. Asimismo, organizaciones de exalumnos han recaudado fondos y promovido actividades solidarias que han permitido ampliar el alcance de las obras.
El impacto de esta transformación va más allá de los muros del plantel. La comunidad circundante también se ha visto beneficiada con la rehabilitación de espacios externos, caminerías y ornato, generando un efecto de revalorización urbana en el sector.
Un emblema de la educación venezolana
El liceo nacional José Félix Ribas fue fundado en 1875, en pleno auge del desarrollo educativo republicano. Desde entonces ha formado a miles de jóvenes que han dejado huellas en distintos ámbitos del país. Su legado histórico lo convierte en el tercer liceo más antiguo de Venezuela, condición que lo reviste de un valor patrimonial incalculable.
«No estamos sólo restaurando paredes, estamos cuidando una parte de nuestra historia. Este liceo ha visto pasar generaciones enteras, ha sobrevivido a crisis, a transformaciones sociales, y hoy sigue de pie, adaptándose y avanzando», resaltó Miguel Chaparro.

Con motivo de su aniversario, se tiene prevista una programación conmemorativa que incluye actos protocolares, exposiciones históricas, encuentros con exalumnos y actividades culturales que enaltecerán la trayectoria del liceo y su rol en la construcción de la ciudadanía.
La profesora Dulmaris Blanco destacó que esta conmemoración también ha sido una oportunidad para reforzar el sentido de pertenencia entre estudiantes actuales y egresados. «Los muchachos están viendo que sí se puede, que su liceo vale y que hay muchas personas dispuestas a luchar por él. Eso tiene un valor pedagógico enorme, que ningún libro enseña. Aquí están aprendiendo civismo con el ejemplo».
Con el espíritu renovado y un compromiso palpable de todos los sectores involucrados, el Liceo Nacional José Félix Ribas se proyecta hacia el futuro sin olvidar sus raíces. Hoy más que nunca, esta institución centenaria sigue formando a los ciudadanos del mañana, ahora con una infraestructura a la altura de su historia.
DANIEL MELLADO | elsiglo
CJL