La Catedral Metropolitana de Managua se llenó de fe, cantos e incienso este Domingo de Ramos, con la celebración de la tradicional Procesión del Triunfo, que marca el inicio de la Semana Santa, el tiempo más solemne del calendario católico.

Desde muy temprano, cientos de fieles se congregaron en el atrio de la catedral, portando cruces hechas de palma y rosarios, dispuestos a vivir una jornada cargada de fervor.
La imagen de Jesús del Triunfo, montada sobre un burro y sostenida por devotos, encabezó la procesión alrededor del templo, en medio de cánticos y oraciones.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, presidió una breve celebración litúrgica bajo un inclemente sol, bendiciendo las palmas y recitando oraciones a los presentes.

Al igual que el año pasado, las actividades religiosas se realizaron dentro del perímetro de la catedral, ya que en Nicaragua actualmente no están autorizadas las procesiones en la vía pública. Por ello, los fieles acompañaron la romería dentro del atrio, en un recorrido breve pero profundamente simbólico.
Niños, jóvenes y adultos participaron con entusiasmo. El incienso, los coros parroquiales y las palmas alzadas al cielo crearon un ambiente de comunión.
Durante toda la actividad, el predio de la catedral estuvo discretamente custodiado por agentes policiales. Sin embargo, la ceremonia transcurrió en orden y con la participación alegre y respetuosa de los asistentes.
Una vez finalizado el recorrido, la imagen ingresó al templo y el cardenal Brenes bendijo nuevamente a los fieles con agua, mientras se elevaban cánticos, oraciones y aplausos.
La celebración se replicó en distintas parroquias del país, donde también se vivió el Domingo de Ramos con alegría y devoción, adaptándose a las nuevas circunstancias.
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Campesinos a las iglesias con palmas
Campesinos hondureños comenzaron a llegar desde el viernes a los templos católicos de las principales ciudades de Honduras, cargando mazos de palma y figuras como cruces para vender en la víspera del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa.
Según constató EFE, el atrio de la Catedral metropolitana, en Tegucigalpa, concentra a la mayoría de los campesinos, entre mujeres, hombres y niños provenientes de comunidades cercanas como Reitoca, Alubarén, Curarén y Sabanagrande, entre otras.
Concentrada en su tarea de entrelazar las palmas para elaborar ramos y cruces, María Aguilar, una campesina del municipio de Sabanagrande, al sur del departamento de Francisco Morazán, dijo a EFE que lleva 15 años vendiendo sus ramos y cruces que elabora de una palma conocida como ‘coyol’.
La llegada de labriegos, de los que algunos viajan con otros miembros de su familia o amigos, es «una tradición» en el país centroamericano, comentó Aguilar, de 65 años y madre de diez hijos.
«Espero lo mejor, que la gente y el pueblo católico nos cooperen» comprando los ramos, subrayó la mujer frente a la entrada de la Catedral, rodeada de una veintena de campesinos que también pernoctarán en Tegucigalpa y regresarán a sus comunidades después de la misa del Domingo de Ramos.

Los creyentes católicos adquieren estos arreglos, cuyo precio varía entre 10 y 20 lempiras (entre 39 y 78 centavos de dólar), para ser bendecidos en la misa conmemorativa del Domingo de Ramos, durante la cual se recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén.
Laura Flores, otra vendedora de Sabanagrande, indicó a EFE que desde pequeña viene a la Catedral a vender ramos, así como coyoles y ciruelas.
«La situación del país está tremenda y por eso venimos a vender, porque somos de bajos recursos económicos, y la necesidad nos hace que vengamos con nuestros niños», expresó Flores, madre de cuatro hijos.
A pesar de las dificultades, tiene «la fe» de que venderá todo su producto.
Al igual que Aguilar y Flores, decenas de campesinos traen consigo alimentos, agua y sábanas para abastecerse durante su estancia, que puede durar hasta tres días.
La celebración de la Semana Santa en Honduras también incluye la confección de hermosas alfombras de aserrín con motivos cristianos, que adornan las principales calles por donde pasan las procesiones del Domingo de Ramos, así como las del Jueves y Viernes Santo.
Según estimaciones de las autoridades de Turismo, alrededor de dos millones de personas se desplazarán por Honduras durante el descanso de la Semana Santa, que para el sector privado comenzará el jueves.
Los turistas suelen concentrarse en las playas, especialmente en el Caribe, donde el país cuenta con más de 700 kilómetros de costa.
Desde el monte de los olivos en Jerusalén
Miles de cristianos ortodoxos y católicos celebraron un lluvioso Domingo de Ramos en Jerusalén, descendiendo el Monte de los Olivos y dando inicio a la segunda Semana Santa consecutiva ensombrecida por la guerra en Gaza.
«Es un día feliz y como ha visto, hasta los judíos están por las calles animando y los hermanos palestinos igual. Este es un día de unidad y por la gracia de Dios, vamos a seguir orando por la paz en esta región», dijo a EFE, Joseph Theophile Ngouo, un sacerdote de Camerún que lleva siete meses sirviendo en Israel.
Como él, con cánticos de júbilo al grito de Hosanna! o de Aleluya!, miles de feligreses se dirigieron -agitando en el aire ramas de palma y tocando tambores- desde el santuario de Betfagé en el Monte de los Olivos hasta la Iglesia de Santa Ana, en la Vía Dolorosa de la Ciudad Vieja.
Algunos de los presentes eran turistas, pero su número sigue siendo mucho más reducido que los peregrinos que llegaban antes del inicio de la guerra en Gaza, en octubre de 2023.
En la marcha también participaron muchos filipinos que viven y trabajan en Israel -en la agricultura, entre otros sectores- ante la prohibición aún vigente de entrada a trabajadores palestinos.
«No siempre tenemos la oportunidad de poder reunirnos todos los cristianos para poder celebrar una fecha tan importante, entonces qué mejor que poder hacerlo y vivir este momento en Tierra Santa», dijo a EFE la guatemalteca Valesca Baladés, quien reside en la ciudad mixta de Haifa, en el norte de Israel.
Este domingo, el patriarca griego ortodoxo de Jerusalén, Teófilos III, así como el patriarca latino, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, y otros jefes de Iglesias en Tierra Santa tenían previsto presidir misas y oraciones del Domingo de Ramos en el Santo Sepulcro, una vez cerraran la procesión.
Según el superior adjunto de la Custodia de Tierra Santa, el padre Ibrahim Faltas, Israel sigue limitando la llegada de palestinos cristianos de fuera de Jerusalén.
En esta Semana Santa sólo ha expedido 6.000 permisos a cristianos palestinos de Cisjordania ocupada -obligados a cruzar puestos de control militares para llegar hasta Jerusalén-, a pesar de que se estima que el número de cristianos allí es de 50.000, según declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
«Este año hay más turistas, pero cuando pasó la guerra casi no había nadie», afirmó a EFE la estudiante mexicana Maicah Matsen, hija de misioneros.
«Para mí es muy especial ver donde entró Jesús y el proceso, ver donde pasó (…) se me hace como más real. Es muy especial verlo», añadió la joven, que estudia medicina en la universidad de Beersheba, en el sur de Israel.
EFE
MG