Seis funcionarios policiales fueron detenidos por presuntamente detener y exigirle la cantidad de 10 mil dólares americanos a un hombre identificado como Luis Leonardo Mota Aguirre, quien regresó a Venezuela desde hace más de dos meses, para que no fuera asesinado en la población de Charallave, municipio Cristóbal Rojas del estado Miranda.

Según fuentes oficiales, los efectivos policiales aprehendidos fueron identificados como Cliver José Heredia Herrera, Roddy Hernando Vásquez Jiménez, Jhon Keiver Castrillón Pérez, William Enrique Martínez Navas, César Augusto Goncalvez Carvallo y Nardy Jesús Bonaci Costul, según revelaron medios nacionales.
En este contexto, Mota Aguirre grabó un video el día 30 de abril que fue difundido a través de las redes sociales, donde relata lo que vivió el pasado 4 de abril, iniciando cuando lo detuvieron los funcionarios del Servicio de Investigación Penal de la Policía Municipal de Cristóbal Rojas que estaban vestidos de civil para realizarle una revisión.
La víctima explicó que los tres funcionarios que lo retuvieron le exigieron la documentación para verificar sus datos y si estaba al día con estos trámites vehiculares.
Sin embargo, reveló que uno de los funcionarios le solicitó que fuera hasta la comandancia de la Policía Municipal de Cristóbal Rojas, orden que no estaba de acuerdo Mota Aguirre.
«Yo le manifesté el por qué, si todo estaba en regla, y él me dijo que es para una verificación del Siipol. Sin temer accedí ir a la comandancia. El funcionario se montó en el vehículo donde yo me desplazaba y desenfundó su arma y me obligó a darle mi celular y la clave», agregó.

En el audiovisual, la víctima relató que al llegar a la comandancia lo llevan a una oficina, revelando que allí se encontraban los funcionarios Cliver José Heredia Herrera, Roddy Hernando Vásquez Jiménez y otro efectivo policial, donde le preguntaron a qué se dedicaba.
«Les dije que yo tenía un mes y medio de haber llegado al país. Me había venido por cansancio y quería estar con mi familia, que es mi hermana», comentó.
La pesadilla del hombre quien estuvo seis años en el exterior, continuó al revelar que lo dejaron encerrado en un cuarto por unos minutos, luego lo llevaron nuevamente a la oficina donde lo siguieron interrogando.
«El funcionario Bonaci (perteneciente a la Policía Nacional Bolivariana) estaba alegando que yo era un delincuente, que me dedicaba a una red de sicariato. Le manifesté que era totalmente mentira, porque yo no era esa persona que están buscando, que verificaran mi cédula en la cual no tengo problema con la justicia, nunca había tenido un registro policial y nunca había estado preso. Pero ellos me dijeron que de igual manera yo tenía que pagarles 10 mil dólares por mi vida, porque sino ellos me iban a matar», reveló Mota Aguirre en el video.
Asustado ante la amenaza, le preguntó a los funcionarios porqué le hacían eso, ya que no tenía esa cantidad de dinero. «Ellos dijeron que yo era una rata, que yo tenía que pagar esa plata porque sino me iban a matar, porque nadie sabía dónde yo estaba», recalcó.
La víctima explicó que los funcionarios le exigieron que realizara una llamada para que el esposo de su hermana llegara a la comandancia. El cuñado de Monta Aguirre llegó a la sede policial y presuntamente habló con el funcionario Bonaci, preguntando qué había pasado. Pero el efectivo policial supuestamente le contestó que su pariente estaba implicado en unos delitos de droga, reiterando que le debían dar 10 mil dólares a la comisión policial. «Cosa que es mentira, a mi no me agarraron con nada, yo estaba totalmente limpio», dijo.
El cuñado de Mota Aguirre se fue a buscar el dinero, y mientras regresaba, la víctima explicó que los funcionarios lo llevaron a una sala donde tenía una pancarta que decía Servicio de Investigación Penal (SIP) y una mesa azul, donde presuntamente se encontraban varios paquetas, sin precisar que si tenía droga.
«Eran muchos envoltorios. El funcionario Vásquez me tomó una foto frontal y de la parte trasera (espalda). Él me dijo que si no había nada él la borraba», aclaró.
Además, añadió que lo obligaron bajo amenaza a grabar un video donde admitía que formaba parte de un grupo delictivo.
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Seguidamente, el cuñado de Mota Aguirre regresó con 6.430 dólares de los ahorros que había recolectado durante sus seis años de trabajo en el exterior. Sin embargo, esta cantidad fue insignificante para los policías, quienes obligaron a la víctima a pedir más dinero a personas fuera del país, entre ellas su madre, quien les hizo dos pago por zelle por la cantidad acumulada de 1.570 dólares, reuniendo un total 8 mil dólares para los funcionarios.
Mota Aguirre agregó que los funcionarios lo dejaron en libertad, pero debía pagarles 2 mil dólares a más tardar el 11 de abril. «Y si yo no hacía ese pago, ellos donde me vieran me iban a matar. Y si yo hacía un tipo de denuncia ellos me iban a matar de igual manera, porque ellos no lo tenían miedo a la justicia, ni mucho menos a un fiscal», comentó.
Sin embargo, Mota Aguirre denunció lo ocurrido el 7 de abril en la Fiscalía 25 del Ministerio Público del estado Miranda, ubicada en la ciudad de Los Teques.
Con estas evidencias recolectadas, las autoridades procedieron a detener a los seis funcionarios, donde se espera que sean presentados ante los tribunales judiciales.
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