Comerciantes del eje Este cierran semestre con balance agridulce

El primer semestre del año 2025 culminó con sensaciones encontradas para los comerciantes del eje Este del estado Aragua. En municipios como José Félix Ribas, Revenga, Bolívar y Santos Michelena, muchos de los pequeños y medianos empresarios coincidieron en calificar estos seis meses como un periodo «agridulce», donde el movimiento comercial osciló entre la estabilidad y la baja rotación, dependiendo del rubro y las estrategias aplicadas.

Los comerciantes se siguen reinventando

En la ciudad de La Victoria, principal núcleo urbano del eje, el comerciante Luis Díaz expresó que, aunque hubo flujo de clientes, no se logró alcanzar el dinamismo de años anteriores, particularmente si se compara con el primer semestre del 2024.

«Este año ha sido mucho más difícil. Las ventas se han movido, sí, pero en menor medida. No podemos decir que fue un mal semestre, pero tampoco uno bueno. Hay muchos factores que han influido, como los inconvenientes con las divisas y los constantes cambios en los precios de reposición», manifestó desde su local ubicado en la calle Rivas Dávila.

Díaz agregó que, a pesar del comportamiento lento durante semanas regulares, los días festivos tradicionales como Día de los Enamorados, Día de las Madres y Día del Padre, ofrecieron un respiro para muchos comerciantes.

«Esas fechas siguen siendo clave. Se activan las ventas, hay más circulación de dinero y la gente busca un detalle, un regalo, algo especial para sus seres queridos. Eso nos ayuda a compensar un poco los días bajos», detalló.

CONTRASTES PRESENTES

No todos los comerciantes vivieron la misma realidad. Algunos sectores como venta de calzado, electrodomésticos o de repuestos manifestaron una desaceleración; otros rubros, como vestimenta juvenil o artículos personales, mostraron señales de recuperación o crecimiento, especialmente cuando se implementaron estrategias de precio y marketing adaptadas a la coyuntura.

Yaritza Fernández

Tal es el caso de Yaritza Díaz, emprendedora que mantiene su negocio en la transitada avenida Francisco de Loreto, en el casco central victoriano. A diferencia de otros colegas, ella calificó como «positivo» su balance de estos primeros seis meses del año.

«Mi experiencia ha sido bastante buena. La movilidad fue fluida y constante. Trabajo con proveedores estables y eso me permitió manejar precios más accesibles, además de que hago mis cálculos con base en el valor de la divisa del BCV, lo que me da más control y evita pérdidas», explicó.
Yaritza, quien comercializa prendas de vestir orientadas al público juvenil, atribuye su éxito, no solo a la planificación financiera, sino también a la variedad en su inventario y a la cercanía con las necesidades del consumidor.

«La gente busca calidad, pero también necesita que le hablen en su mismo idioma. Nosotros ofrecemos precios pensados para el bolsillo de la mayoría. Eso marca una gran diferencia. Además, siempre tenemos promociones y rotación de mercancía nueva», dijo con confianza.

PERSPECTIVAS PARA EL SEGUNDO SEMESTRE

Pese al balance mixto, tanto Díaz como Yaritza y otros comerciantes del eje Este, mantienen expectativas moderadamente optimistas para la segunda mitad del año. Con la llegada del Día del Niño, de nuevos ciclos escolares, el regreso de las lluvias y las festividades decembrinas en el lejano horizonte, muchos apuestan por un incremento progresivo en la actividad económica local.

«Hay que prepararse desde ya. Julio y agosto son meses tranquilos dentro de lo que cabe, pero después vienen las clases, los uniformes, los útiles, la Navidad. Si nos organizamos bien, podemos terminar el año en positivo. Pero hace falta apoyo, acceso real a financiamiento y más estabilidad cambiaria», opinó Luis Díaz.

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CONDICIONES VARIABLES Y NUEVOS RETOS

Los comerciantes también hicieron referencia a otros elementos que han influido en sus ventas, como los problemas en el suministro de servicios públicos, el incremento en los costos operativos y la competencia desleal. En algunos sectores de La Victoria, por ejemplo, se reportaron intermitencias en el servicio eléctrico y dificultades en el abastecimiento de combustible durante los primeros meses del año, lo que impactó negativamente la logística de distribución.

Luis Díaz

A ello se suman factores macroeconómicos como la volatilidad en la tasa de cambio, la disminución del poder adquisitivo y el aumento en los costos de reposición de mercancía. «Hay productos que suben de precio en horas. Eso hace muy difícil hacer inventario y calcular ganancias. Muchas veces, lo que ganamos en una semana se pierde en una sola reposición», explicó el señor Díaz.

No obstante, pese a los retos, la mayoría mantiene viva la vocación de servicio y el deseo de seguir apostando por el comercio local. «Aquí seguimos, con fe y trabajo. Porque si algo hemos aprendido en los últimos años, es que resistir también es avanzar», concluyó Yaritza Díaz.

UNA ECONOMÍA RESILIENTE

La movilidad comercial estuvo entre alzas y picos bajos

El comercio del eje Este de Aragua continúa siendo un termómetro de la situación económica de la región. Aunque las cifras no son uniformes, las voces coinciden en que aún existe margen para mejorar, innovar y recuperar el dinamismo de años anteriores. La clave, según los protagonistas, está en adaptarse, escuchar al cliente, controlar los costos y mantener viva la esperanza.

Con la mirada puesta en el cierre del año, comerciantes como Luis y Yaritza ya preparan nuevas estrategias, ofertas de temporada y promociones, con la intención de captar la atención de más consumidores y lograr un segundo semestre con números más alentadores.

DANIEL MELLADO | elsiglo

JV