Así influye el frío previo a tu concepción en tu metabolismo, según la ciencia

La capacidad de quemar calorías puede empezar a definirse incluso antes del embarazo. Un estudio japonés sugiere que la temperatura ambiental previa a la concepción podría dejar una “huella energética” en el cuerpo de los futuros hijos, modulando su metabolismo décadas después.

Así influye el frío previo a tu concepción en tu metabolismo, según la ciencia

La estación del año en la que fuiste concebido podría influir en tu tendencia a quemar calorías o acumular grasa. Así lo afirma un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Tohoku en Japón, publicado en Nature Metabolism en abril de 2025. El hallazgo sugiere que el frío ambiental antes de la fecundación aumenta la actividad de la grasa parda (BAT, por sus siglas en inglés) en la descendencia, lo que mejora el gasto energético y protege contra el aumento de peso con la edad.

El estudio involucró a más de 740 adultos sanos en Japón, distribuidos en cinco cohortes independientes. Para estimar la estación de fecundación, los investigadores restaron 266 días a la fecha de nacimiento, clasificando los casos en «invierno» o «verano» según patrones meteorológicos. Las personas concebidas en invierno tenían niveles significativamente más altos de actividad de grasa parda, mayor gasto energético total, menor índice de masa corporal (IMC) y menos grasa visceral.

El frío previo a la concepción también se asoció con un metabolismo más activo tras la exposición al frío o después de las comidas. Este fenómeno, que los autores denominan «Pre-fertilization Origins of Health and Disease» (PfOHaD), podría representar un nuevo marco para comprender cómo el entorno afecta la salud desde antes de que se forme una vida humana.

Un metabolismo más activo, incluso sin hacer más ejercicio

En una tercera cohorte, los investigadores midieron el gasto energético en reposo y tras exposición al frío (termogénesis inducida por frío). 

Los individuos concebidos en invierno quemaban hasta 1,5 veces más calorías tras el frío leve, una diferencia que no se explicaba por su masa corporal ni actividad física.

El estudio también midió el gasto calórico postprandial (tras las comidas). Nuevamente, los concebidos en invierno mostraron mayor termogénesis inducida por la dieta, lo que indica un metabolismo más eficiente. Esto sugiere que la grasa parda no solo se activa con el frío, sino también con la alimentación.

Por último, se utilizó el método del agua doblemente marcada para medir el gasto total de energía en condiciones de vida libre. Incluso tras ajustar por pasos diarios y masa corporal magra, los concebidos en invierno mostraban un gasto energético mayor, en promedio un 5,8% más alto que los concebidos en verano.

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el siglo con informacion de.(muyintereante)
SG