Los comerciantes del centro de Maracay manifestaron que ya están cansados de los constantes cortes de electricidad, asegurando que esto afecta considerablemente sus ventas y la calidad de sus servicios.

En este contexto, Patricia Núñez, encargada de una tienda de ropa, destacó que los repentinos apagones han provocado una disminución del 50% de sus ventas, que esto se le suma la compleja situación económica que atraviesa el país que se sigue agravando.
«Un país que no tiene servicios públicos eficientes, está condenado al fracaso, todo depende del desarrollo de un país de los servicios públicos», recalcó la vendedora.

Núñez añadió que los más perjudicados de estas fallas eléctricas, son los barberos, costureras y todo aquel que dependa de este esencial servicio. «Sino tienen luz obviamente no trabajan, y sino trabajan no producen, entonces allí se rompe el ciclo de que si tú no tienes para comprar porque no produjiste nada, tampoco se pueden vender», explicó la comerciante.
En el local de ropa de Núñez, cuentan con una planta eléctrica para amortiguar la situación y seguir atendiendo al público, pero esto también genera gastos considerables. «A pesar de que tenga planta, tengo que ir a buscar gasolina y pagar para que me la vendan. A esa planta hay que hacerle mantenimiento, eso amerita un costo adicional», puntualizó.
Afirmó que el venezolano se adapta a las dificultades, aunque todo dependerá de la voluntad política para el servicio eléctrico y en general los del país mejoren. «Nos quieren desmoralizar, sin embargo, nosotros sacamos el pecho a todo esto y seguimos adelante, porque nosotros seguimos empeñados en salir adelante, vamos a sobrevivir en estos momentos de crisis, pero no esperamos nada de nadie», dijo.
Por su parte, María Esqueda destacó que en la tienda de ropa deportiva no cuentan con planta eléctrica, y el simple hecho de quedarse sin electricidad es dejar de trabajar por horas.
«Se ven afectados los puntos de venta, los pago móvil también. Baja la afluencia de gente quienes se van del centro», comentó.

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Esqueda agregó que a pesar de estar al día con los servicios, especialmente de electricidad, no se salvan de verse afectados por los apagones que pueden durar más de cuatro horas, dejando en soledad la tienda y sin opciones para poder vender.
Mientras que para el barbero Sael Rubio, es más complicada la situación, ya que al no contar con electricidad no puede prestar el mejor servicio a sus clientes.
«Somos un negocio nuevo y lo que pasa es que no contamos con planta eléctrica, los que tienen son los negocios grandes, el pequeño comerciante no tiene vida porque una planta no te baja de 600 dólares, y suben los precios todos los días porque cada día nos vemos más afectado por la luz», resaltó Rubio.
El barbero añadió que a pesar de que puedan contar con máquinas de afeitar recargable, la comodidad del cliente es la clave en este tipo de establecimientos. «La comodidad del cliente se pierde completamente. Yo los puedo afeitar en la calle, pero yo no estoy ofreciendo los servicios completamente, no puedo cobrar lo que estoy cobrando, dependemos de la luz», concluyó.
LINO HIDALGO | elsiglo
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