La detección precoz es clave para prevenir la enfermedad o diagnosticarla en fases iniciales, cuando el tratamiento es más efectivo y las posibilidades de curación son más altas

Investigadores del Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona y del Hospital Universitario de Canarias demostraron, en un estudio publicado en The Lancet, que la colonoscopia y los test de detección de sangre en heces ofrecen resultados equivalentes en la detección del cáncer colorrectal y en la reducción de la mortalidad asociada.
Este estudio, que analizó a 57.000 participantes, valida ambas estrategias como herramientas efectivas para el cribado de este tipo de cáncer, según reseñó la agencia Europa Press.
El cáncer de colon es uno de los tumores más frecuentes y una de las principales causas de mortalidad por cáncer. Se desarrolla a partir de lesiones precancerígenas llamadas pólipos, que pueden evolucionar hacia un tumor maligno si no se detectan y eliminan a tiempo.
La detección precoz es clave para prevenir la enfermedad o diagnosticarla en fases iniciales, cuando el tratamiento es más efectivo y las posibilidades de curación son más altas.
Actualmente existen dos estrategias principales:
La prueba de sangre oculta en heces, que permite detectar restos microscópicos de sangre indicativos de lesiones precancerígenas o tumores.
La colonoscopia, considerada las más adecuada para la detección primeriza y que permite explorar directamente el colon y eliminar los pólipos antes de que se transformen en cáncer.
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RA