Alumnos de la Petion: Protagonistas de su propia seguridad y bienestar

Bajo la premisa «La seguridad empieza por ti», 44 estudiantes de la UEP «Alejandro Sabes Petion», participaron en un taller de autoprotección que trascendió la teoría para convertirse en una lección práctica de ciudadanía.

Los funcionarios estuvieron conversando con los estudiantes.

La actividad, organizada por funcionarios de seguridad ciudadana, no solo enseñó a los adolescentes a identificar riesgos, sino que reforzó valores como la responsabilidad individual y el cuidado colectivo, pilares para construir sociedades más resilientes.

Desde el salón principal del plantel, los oficiales Areny’s Esaa y Wende Hernández iniciaron la jornada con una dinámica reveladora, pidieron a los estudiantes dibujar «lugares seguros». Mientras algunos trazaron sus hogares, otros imaginaron parques o aulas libres de violencia.

«La autoprotección no es sólo física; es emocional y comunitaria», explicó el oficial I Hernández, enfatizando cómo cada decisión personal impacta en el entorno.

El taller, estructurado en módulos, combinó estrategias de defensa personal con análisis de casos reales adaptados al contexto local. Los funcionarios, especializados en seguridad preventiva, enseñaron a los jóvenes a reconocer señales de acoso escolar, manipulación en redes sociales y presiones de grupos delictivos.

«No queremos que reaccionen con miedo, sino con criterio», subrayó la oficial II Esaa, quien destacó el rol de la comunicación asertiva y la denuncia responsable.

Pero el enfoque no se limitó a los estudiantes; los tres docentes presentes recibieron capacitación para replicar estas herramientas en sus clases. «La protección es una corresponsabilidad: Familia, escuela y Estado», señaló Esaa, mientras distribuía guías pedagógicas con actividades para integrar la autoprotección en materias como Ética o Ciencias Sociales.

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Semillas de cambio

Para María Fernanda Rodríguez, estudiante, el taller fue una revelación: «Aprendí que ser buen ciudadano también significa cuidarme a mí misma para poder ayudar a otros». Su compañero, José Gregorio Pérez, coincidió: «Ahora sé que, si alguien me ofrece drogas, decir ‘no’ no solo me protege a mí, sino a mi comunidad».

Los funcionarios, por su parte, destacaron el compromiso de la institución. «No somos solo uniformes; somos facilitadores de cambios», afirmó Hernández, recordando que este taller forma parte de un programa regional que ha impactado a más de 1,200 adolescentes en lo que va de año. La meta, según explicaron, es convertir estas jornadas en un modelo replicable en todas las escuelas del estado Aragua.

Al finalizar la actividad, los estudiantes recibieron un kit simbólico: un silbato, un manual ilustrado y una pulsera con la frase «Yo protejo mi futuro». Más que objetos, eran recordatorios de que la autoprotección es el primer paso para ser ciudadanos conscientes y comprometidos.

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MG