Un reciente aumento de los casos detectados en Latinoamérica y las primeras muertes confirmadas en el mundo han llevado a los investigadores a alertar de la creciente amenaza que representa el Oropouche, un virus poco conocido para el que actualmente no existen vacunas.

Este patógeno, transmitido por mosquitos del género Culicoides y Culex, fue detectado por primera vez en 1955 cerca del río Oropouche en Trinidad y ha sido responsable de varios brotes en Brasil hacia finales del siglo pasado. Hoy, su potencial impacto en la población es motivo de alarma.
El virus Oropouche causa una enfermedad infecciosa que se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza, mialgias y artralgias. Aunque en la mayoría de los casos los síntomas son leves y autolimitados, hay reportes de complicaciones que pueden afectar la calidad de vida de los pacientes.
La transmisión se produce principalmente a través de picaduras de mosquitos infectados o los llamados jejenes, lo que plantea un riesgo significativo en áreas donde las condiciones ambientales favorecen la proliferación de estos vectores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que aunque el virus Oropouche no es considerado altamente mortal, su capacidad para causar brotes epidémicos y su asociación con enfermedades febrilmente similares a otras infecciones virales, como el dengue y el chikungunya, complican su diagnóstico y manejo. Esto es particularmente preocupante en un país como Venezuela, donde el sistema de salud enfrenta limitaciones significativas.
Expertos en salud han señalado que el aumento de la población de mosquitos debido a factores como el cambio climático, la urbanización descontrolada y la falta de programas efectivos de control vectorial podría facilitar la propagación del virus. Además, la movilidad de la población y el intercambio comercial con países vecinos aumentan el riesgo de introducción y diseminación del virus en diferentes regiones del país.
Este virus puede afectar a personas de cualquier edad y se puede confundir con otras enfermedades. Hasta el momento no hay evidencias de que exista la transmisión de persona a persona. Los primeros síntomas suelen iniciar de manera repentina entre tres y 12 días después de la picadura de jején y suelen durar entre cuatro y seis días.
SÍNTOMAS DEL VIRUS:
Los principales síntomas del virus Oropouche son:
- Fiebre y escalofríos
- Dolor de cabeza y detrás de los ojos
- Sensación de malestar generalizado
- Náuseas y/o vómitos
- Dolor muscular y en las articulaciones;
- Enrojecimiento en la piel y/o sangrados, aunque sea raro
RECOMENDACIONES:
Para prevenir la infección por el virus del Oropouche, los especialistas recomiendan:
- Usar repelentes de insectos registrados en la EPA
- Protegerse de las picaduras de mosquitos y jejenes
- Usar mosquiteros en puertas, ventanas, camas y muebles
- Usar ropa que cubra brazos y piernas

SE DEBEN TOMAR MEDIDAS PREVENTIVAS
El Dr. Alejandro Crespo, reconocido pediatra y puericultor del estado Aragua, alertó a la población sobre el resurgimiento del virus Oropouche en Venezuela, un patógeno que, aunque no es nuevo, ha comenzado a presentar casos en el país tras muchos años de ausencia.
En este sentido, Crespo destacó que hasta ahora, Venezuela no había registrado casos desde hace años, lo que hace que la reciente aparición de cinco casos simultáneos sea motivo de preocupación.
«Nuestro ambiente no era considerado propicio para la transmisión de este virus, ya que históricamente se asociaba a áreas pantanosas similares a las de Trinidad. Sin embargo, hemos observado que el mosquito Aedes, conocido por transmitir enfermedades como el dengue, ha comenzado a mostrar capacidad para propagar el Oropouche», explicó Crespo.
Asimismo, detalló que el virus se transmite principalmente por un pequeño mosquito conocido como jején, que tiende a habitar en zonas húmedas. Los síntomas de la enfermedad son similares a los del dengue e incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, lesiones cutáneas y síntomas gastrointestinales. A diferencia de otras enfermedades virales transmitidas por mosquitos, el Oropouche puede presentar cefalea intensa que puede reaparecer semanas después de la recuperación.
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Ante esta situación, Crespo recomendó a los venezolanos adoptar medidas preventivas para protegerse del virus.
«Es fundamental usar ropa de mangas largas y aplicar repelentes efectivos para evitar las picaduras. Además, es crucial mantener los hogares limpios y ordenados, eliminando cualquier posible criadero de mosquitos», enfatizó.
El especialista subrayó la importancia del control vectorial como principal estrategia de prevención, sugiriendo cubrir recipientes con agua, eliminar basura acumulada y mantener el jardín libre de maleza.
«No hay vacuna disponible contra el virus Oropouche, por lo que la prevención debe centrarse en evitar la proliferación del mosquito», concluyó.
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